Los abusos pueden conducir a problemas de salud
"El cuerpo habla" fue la frase que una conocida psicóloga colocó en Twitter, al confirmarse que el presidente Hugo Chávez tenía cáncer.
Otros twiteros resumían la situación con comentarios como "El cuerpo cobra" o "El cuerpo sufre". El primer mandatario nacional aceptó que descuidó su salud y siempre fue renuente a los chequeos médicos.
El estilo de vida pueden ser causante de la mayoría de las dolencias.
Antes de diagnosticar una enfermedad, los médicos suelen interesarse en la rutina del paciente e incluyen interrogantes sobre su régimen alimenticio, cómo duerme, si hace ejercicios o practica algún deporte y, por supuesto, si es fumador o consume alcohol.
Con esas preguntas y el análisis de características como peso y altura, color de piel y pulso, entre otras, el facultativo puede determinar si algo no anda bien y qué tipo de paciente está frente a él.
Estrés a millón. Pasar varias horas en el tránsito diariamente y, además, manejar con aprehensión porque en cualquier momento puede acercarse un motorizado y con la cacha de un revólver obligarlo a entregar el celular y las pertenencias; la angustia de no poder cubrir económicamente las necesidades básicas y, por supuesto, las rabietas que por diferentes motivos puede afrontar una persona durante el día, son algunas situaciones que pueden desencadenar desde la caída del cabello hasta una subida repentina de tensión, que pudiera provocar un infarto o un accidente cerebrovascular.
Entre las dolencias más comunes que se originan por el continuo estrés destacan desde un dolor de cabeza, falta de aire, molestias en el pecho, subidas de tensión, indigestión, estreñimiento, dolor muscular, fatiga o insomnio.
El psiquiatra Antonio Pacheco, del Colegio Venezolano de Neuropsicofarmacología, subraya que actualmente hay muchas situaciones que inciden en estados de ansiedad muy marcados, provocados por la incertidumbre, el miedo y la desconfianza. También, cuadros de estrés crónico, que se caracterizan con manifestaciones somáticas.
Los que no duermen. Están los incansables, que ni siquiera duermen durante las noches (a veces tampoco dejan descansar a los que están a su alrededor) porque siempre tienen trabajo pendiente.
El cuerpo no puede funcionar sin interrupción las 24 horas y, por lo tanto, dormir es una necesidad. Hay personas que se recuperan con 4 o 5 horas de sueño, pero la media es de 7 horas, tiempo que permite recuperarse del desgaste diario tanto físico como mental.
A veces la necesidad de...
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