Agotamiento del modelo rentista

Cuando en el año 2005 estábamos atravesando por la bonanza económica produci da por la expansión de gasto público debido a los aumentos sostenidos de los precios petroleros, comencé a alertar que las altas tasas de crecimiento del PIB y del consumo que entonces se estaban materializando no eran sostenibles, pues cuando los precios bajaran, o incluso se estabilizaran, la economía entraría en crisis. Entonces fui criticado por varios analistas que sostenían que si los precios dejaban de crecer, pero se mantenían en niveles elevados, ello le generaría suficientes recursos al Gobierno para mantener una política de altos gastos que seguiría estimulando la economía. Los acontecimientos de los últimos años me dieron la razón. En 2007 el modelo aplica do mostraba signos de agotamiento, pues a pesar de que los precios continuaban en franco aumento, las tasas de crecimiento de la producción y de la demanda seguían siendo positivas, pero menores que en los años precedentes. Incluso, en el primer semestre de 2008, cuando los precios estaban disparados hasta alcanzar los máximos históricos en julio de ese año, los crecimientos del PIB y del consumo privado fueron relativamente bajos y mucho menores que en 2005 y 2006. Después que los precios co lapsaron en la segunda mitad de ese año debido al estallido de la crisis financiera internacional era obvio que nuestra economía iba a entrar en un período difícil, a pesar de los optimistas anuncios gubernamentales de que estábamos blindados contra la adversidad internacional, y que incluso si los precios petroleros bajaban a cero nada nos ocurriría. Afor tunadamente, los precios se recuperaron en la primera mitad de 2009 para luego estabilizarse en torno a los 70 dólares por barril, y se mantuvieron en ese nivel hasta fines del tercer trimestre de 2010. Con todo y ello, la cotización promedio de 2009 fue de 57 dólares, casi 30 dólares menos que en 2008, razón que explica la severa recesión que se vivió ese año. Sin embargo, en 2010 el pre cio subió a 72 dólares, el segundo más alto de...

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