Ahora el delincuente actúa con más libertad

Los comerciantes que están frente al centro comercial Macaracuay Express presenciaron un nuevo nivel de violencia el sábado pasado, cuando a plena luz del día y ante sus dos hijos asesinaron al supervisor de Salud Baruta, Héctor José Solórzano. Al atacante no le importó que su víctima estuviese en un estacionamiento, frente a numerosos compradores y encargados de tiendas. Lo mismo a su cómplice, que esperó en una moto encendida más de media hora en la avenida que comunica las urbanizaciones Macaracuay y La Guairita. El día anterior otro hecho conmocionó a los caraqueños. Un hombre que había sacado dinero del Banco de Venezuela en Chacao fue seguido hasta la estación del Metro que está al lado de esa agencia. Cuando iba a abordar el vagón, lo acuchillaron y luego le dispararon con la supuesta intención de quitarle el dinero. El cadáver de Henry Alba rrán quedó tendido en la avenida Francisco de Miranda, mientras que los agentes de la Policía de Chacao perseguían y capturaban a los supuestos homicidas. En ambos casos la policía ju dicial maneja información de que los crímenes pudieron llevarse a cabo por móviles distintos del robo. Sin embargo, lo que llama la atención de expertos en materia de violencia es que los hampones hayan decidido actuar en sitios que se supone están más resguardados. Esto es ahora en todos lados. Ya seguro no hay nada, afirmó Pedro Gallego, un comerciante que desde hace nueve años tiene una venta de revistas ubicada justo al lado del sitio donde quedó el cuerpo de Albarrán. Antes nos quedábamos abiertos hasta las 10 pm. Ahora a las 7 pm parece que viniera Drácula. Todo queda desierto, añadió. A 15 metros del lugar donde trabaja Gallego, los perrocalenteros Juan Carlos Segovia y Jairo Arévalo han sufrido las arremetidas de los antisociales en tres oportunidades este año. La última vez fue el sábado pasado, cuando unos sujetos en un automóvil se hicieron pasar por clientes. Los vendedores huyeron del puesto cuando se percataron de las intenciones que tenían los hombres. Inseguridad siempre hubo. La diferencia es que ahora el delincuente actúa con más libertad, afirmó Farid Glaviano, otro comerciante de la avenida Francisco de Miranda. En las adyacencias del Maca racuay Express, Dayana Graterol señaló que los comerciantes y transeúntes son víctimas frecuentes...

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