Alexis Marín Cheng, creador de Pueblos de Margarita

Cómo llegar. Hay que ir a Margarita, bien sea en ferry o avión, y desde ahí pueden tomar la vía de La Guardia para salir del aeropuerto, siguen por esa carretera preciosa junto al mar, como quien va a Juan Griego, y en la mitad de la nada verán un torreón, un gran estacionamiento, un pueblo artificial hecho con gusto y afecto, con nostalgia y sentido de preservación. Es Pueblos de Margarita. Un gran conversador. Como le gustaba recoger peroles, la fama de Alexis Marín Cheng se extendió y empezaron a llamarlo para que se llevara los cachivaches que nadie quería. Cuando no tuvo espacio en la casa y la esposa lo iba a sacar con todos los macundales se dedicó a usarlos para resolver su angustia: no podía permitir que se instalara en los corazones el viejo dicho: Cuando hay santos nuevos los viejos no hacen milagros. El creador de Pueblos de Margarita, nacido y criado en esta isla, hijo y nieto de margariteños a pesar del Cheng, se resiste a la extinción del pasado por la novedad del presente. Cree en el arraigo, el recuerdo, la nostalgia. Conocer la historia para apreciar lo actual. Recreé la última escuelita que tuvo mi mamá ÂLuisa Cheng de MarínÂ, una mujer que empezó a dar clases a los 14 años de edad y se mantuvo educando hasta que murió, a los 85 años. Ojalá los maestros ahora tuvieran esa mística. Ella no pudo ver el museo. Falleció cuando empezamos a hacerlo, pero sé que lo ve desde allá arriba. Pero no fue sólo la escuelita. Resolvió hacer la isla de Margarita en escala. Un gran centro de información para estudiantes y visitantes con el único fin de preservar, investigar y mantener viva la tradición margariteña. Me da dolor cómo han desaparecido nuestras costumbres por la novedad. Quise hacer un sitio donde el que llegue pueda saber quiénes eran nuestras cocineras, cómo son nuestras fiestas y cuándo se celebran, aprender de dónde salió la isla de Margarita y todo el trabajo que pasamos cuando no había acueducto, y escuchar nuestra música. Las mujeres tenían que hacer maromas para alimentar a la familia. Por eso es que los fogones tienen arriba la troja, donde se guardaba el maíz para la época de escasez. El otro espacio de la casa era un cuarto. De noche se sacaba el catre para dormir y de día se ponía a airear al sol, cuenta Alexis, empeñado en compartir los recuerdos. Que quede claro que Marga rita no ha sido siempre esta isla con zona franca, tránsito, repleta de tiendas, con edificios altos a lo largo de cada playa, buhoneros de...

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