Un año de contracciones que parece no terminar

El año 2015 dice adiós, pero mucho de lo que dejó dice hasta enero. El ciclo que casi termina ha sido uno de los más duros económica y políticamente para el país. Fue un año de indicadores astronómicos: la inflación más alta del planeta sin dígitos oficiales, la caída del precio del petróleo más abrupta, el dólar paralelo coqueteó con alcanzar los 1.000 bolívares, la pobreza en un salto llegó a 76%. Son los pesados números que lleva 2016 en la espalda.Durante 2015 los venezolanos se hicieron más pobres. No solo porque lo que ingresó a sus bolsillos fue menos y con ello pudo comprar menos, sino porque perdieron días, horas, minutos. La cola se volvió la medida del tiempo.Colas para alimentos, colas de madrugada para comprar baterías, colas bajo aguaceros, colas para comprar medicinas, colas virtuales para esperar divisas o comprar pasajes.Una foto del 2015 tendría de fondo una inter minable fila de gente y delante una espesa bruma de mucha conflictividad: saqueos, personas que fallecieron en colas, detención y acoso judicial a opositores, varios frentes de escarceos diplomáticos, persecución a dueños de medios de comunicación, protestas, más protestas, colas y colas, anaqueles vacíos y una contundente victoria de la MUD en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre que aún no termina de asentarse.Pero el año 2016 también será complicado. La inercia del Ejecutivo al momento de emprender acciones que mejoren las condiciones económicas del país y su aparente miopía para interpretar los resultados electorales del 6-D, que dieron a la oposición la mayoría del Poder Legislativo, inciden en que además se avizore un año de tensiones sociales.Para Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalíti ca, la crisis del país es estructural, influenciada por los bajos precios del petróleo. A eso se suma un elevado riesgo de gobernabilidad por el conflicto entre los poderes Legislativo y Ejecutivo, y la resistencia del Ejecutivo a realizar las reformas que demanda la economía. El país necesita un programa amplio de ajustes, que incluye cambiar la política cambiaria, tomar medidas que reduzcan la inflación, revisar la situación fiscal, de producción, y el deterioro de la calidad de vida por la pérdida del poder adquisitivo. Sin embargo, hasta ahora el Estado no ha anunciado políticas económicas que permitan salir de la recesión, la alta inflación, la escasez y el desabastecimiento.Este año económicamente fue malo, pero el economista Domingo Sifontes aventura...

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