Maniqueísmo y antisemitismo

La amenaza como excusa En un acuciante análisis publicado bajo el título, Los verdugos de Hitler: los alemanes corrientes y el Holocausto Taurus, 2005, Daniel Jonah Goldhagen se adentra en las explicaciones del porqué del genocidio judío a manos alemanas durante la Segunda Guerra Mundial.Su conclusión fundamental es que este horrendo crimen respondió a un modelo cognitivo una ideología enraizado en la mentalidad de la época, que proyectaba a los judíos como una amenaza diabólica que debía ser eliminada. Con el ascenso al poder del Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemán Nsdap en 1933 se propaló una virulenta campaña de odio que proyectaba al pueblo hebreo como moralmente depravado, malévolamente astuto e implacable en sus designios de dominio.A través de una tergiversación perversa de la historia, la prédica nazi responsabilizó a los judíos por la derrota de la Primera Guerra Mundial; por haberse lucrado a expensas del pueblo trabajador; por el desastre liberal con que muchos identificaron a la República de Weimar; y por haber causado la crisis económica de principios de los años treinta, dado su supuesto dominio de las finanzas mundiales. Además, los judíos estaban al frente de la amenaza bolchevique internacional que rivalizaba directamente con los nazis por el control totalitario de la sociedad.En el caso de la masacre de ar menios en Turquía a principios del siglo pasado, la acusación de complicidad con tropas rusas que habían infligido severas derrotas al ejército turco justificó la deportación masiva de armenios en condiciones infrahumanas, provocando su exterminio masivo, las más de las veces con protagonismo activo de las fuerzas armadas turcas. Igualmente, la matanza de los Tutsi en manos de los Hutu en Ruanda en los noventa se nutrió del recuerdo de los atropellos sufridos a manos de los primeros en épocas pasadas cuando estos controlaban el poder. En todos estos casos, la evocación de un peligro inminente de agresión por parte de etnias extrañas logró sensibilizar a la población y crear un caldo de cultivo para expresiones xenófobas radicales, fáciles de convertir en violencia contra el objeto repudiado.Maniqueísmo y racismo Huelga decir que atrocidades como las mencionadas se inscriben dentro de un ideario maniqueo en el cual los buenos nosotros luchan contra los malos ellos para salvar los valores, costumbres o formas de vida superiores pretendidamente amenazadas. Esta representación asume, por ende, formas...

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