Boeing muestra que la innovación puede convertirse en una pesadilla

Hace nueve años, los ejecuti vos de Boeing Co. decidieron dar el salto más grande de la tecnología aeronáutica en una generación y desarrollar el 787 Dreamliner. Prometieron que el avión consumiría menos combustible, volaría más lejos y ofrecería mayor comodidad a los pasajeros que los modelos existentes. La nave sería un nuevo pa radigma para la industria y los pasajeros, declaró el presidente ejecutivo de Boeing de entonces, Harry Stonecipher. El 787 además demostraba el compromiso [de Boeing] con la innovación. Las aerolíneas, en busca de aho rrar dinero y atraer viajeros, pidieron un número récord de Dreamliners, que ahora suman 848 naves. Como reacción, Airbus remodeló su línea de productos. Actualmente, Boeing lucha para mantener bajo control sus innovaciones. El fuselaje y las alas del Dreamliner, de plástico reforzado con fibra de carbono, han demostrado ser difíciles de producir y montar. Los paneles de distribución de energía que alimentan los avanzados sistemas eléctricos del avión se han sobrecalentado e incendiado en el aire. Más recientemente, las baterías de iones de litio que proveen energía auxiliar --y que se usaban por primera vez en la aviación comercial-se incendiaron, obligando a los reguladores a dejar en tierra todos los 50 Dreamliners en servicio. Las empresas, los gobiernos y los académicos convirtieron la innovación en un requisito indispensable para competir en la economía global. La experiencia de Boeing es una advertencia de que la innovación --pese a todo su valor-no se crea tan fácilmente como un eslogan. Las cosas se pueden enredar. Boeing, un símbolo del inge nio estadounidense, redefinió el transporte aéreo a lo largo de los últimos 50 años con audaces logros tecnológicos como el 747. El jet original de 1970 inauguró los viajes aéreos al público general y conectó ciudades alrededor de todo el mundo. El avión cimentó la posición de Boeing como el líder mundial en la fabricación de aviones comerciales por tres décadas. Pero antes de eso, estuvo a punto de arrastrar a la empresa a la quiebra debido a problemas técnicos y una demanda débil. Los partidarios de Boeing sos tienen que el Dreamliner demostrará ser igual de revolucionario. Pero sus problemas ilustran nuevamente los traumas que la innovación puede causar. Airbus, de European Aeronautic Defence y Space Co., y otros fabricantes más pequeños de aviones han enfrentado crisis similares, aunque quizás menos dramáticas, con algunos de sus avances más...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR