Los brasileños prefieren buenos servicios al Mundial de Fútbol

Después de vivir un proceso de hiperinflación hasta 1994, lo de Brasil a partir de 1995 sólo puede definirse como el milagro brasileño, pues a partir del nuevo siglo se convirtió en una de las potencias emergentes del mundo, formando parte del grupo Brics Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica. La guinda fue haber ganado la sede de la Copa Mundial de Fútbol 2014 y de los Juegos Olímpicos 2016.Todo pintaba perfecto hasta que el 6 de junio pasado una gran protesta demostró que no las cosas no son color de rosa: la gente se mostró en desacuerdo con el aumento en 20 céntimos entre 3 y 3,20 reales de la tarifa del transporte público. Al principio, las manifestaciones fueron pacíficas pero a medida que se sumaba más gente a las convocatorias derivó, el 13 de junio, en una protesta violenta en Sao Paulo. Esa noche la policía arremetió con perdigones y bombas lacrimógenas contra una multitud de más de 20.000 personas. Al final, 100 heridos y 120 detenidos. A partir de ese día, la protesta fue nacional, aglutinó a más de 240.000 personas en 11 de las principales ciudades del país y empañó el comienzo de la Copa Confederaciones, torneo de fútbol preámbulo del Mundial.El exceso policial fue amplia mente criticado, incluso por la presidente Dilma Rousseff, pero aún así la gente siguió en la calle. Las fuerzas del orden no interfirieron más y ocurrieron actos vandálicos, sobre todo en Río de Janeiro y Sao Paulo.Las manifestaciones no con taron con líderes visibles hay un grupo llamado Movimiento por el Pase Libre que sólo convoca a las concentraciones a través de las redes sociales y el reclamo se extendió más allá del rechazo al aumento del pasaje: piden mejorar las condiciones en los hospitales y en las escuelas, además de mostrarse en desacuerdo por los gastos millonarios para llevar a cabo los dos máximos eventos deportivos. El miércoles las autoridades retrocedieron y dejaron sin efecto el aumento del pasaje. Pero la gente siguió en la calle: se calcula una movilización de un millón de personas en todo el país, pero un mal balance: dos personas han fallecidos. Los otros reclamos deben tener respuesta también.Resulta curioso que este mo vimiento, que muchos han catalogado como de indig nados, el primero en América Latina, surja en un país de supuesta fortaleza económica y bienestar para todos. Hay razones poderosas para ello.La cifras. Brasil ha registrado una desaceleración de su economía, producto de la crisis global de 2008 de la que, en el...

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