Calidad del empleo. Un modelo analítico para su valoración

AutorIván Alejandro Salas Durazo
CargoDr. en Ciencias Económico Administrativas, Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas, Universidad de Guadalajara
Páginas283-316
Revista Gaceta Laboral
Vol. 19, No. 3 (2013): 283 - 316
Universidad del Zulia (LUZ) ·ISSN 1315-8597
Calidad del empleo.
Un modelo analítico para su valoración*
Iván Alejandro Salas Durazo**
Dr. en Ciencias Económico Administrativas
Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas,
Universidad de Guadalajara. Email: ivan.salas@cucea.udg.mx
Resumen
En el presente escrito se hace la propuesta de un modelo multidimensional
para valorar la calidad del empleo. Se consideran cuatro ejes analíticos: ingreso,
prestaciones, estabilidad y satisfacción laboral; los cuales son planteados en la
literatura como componentes fundamentales del empleo. Derivado de lo ante-
rior es posible diferenciar los grados de calidad del empleo a través de un marco
comparativo que hace operativa la teoría de la segmentación. La superioridad
técnica del modelo radica en su capacidad para identificar a través de criterios
de diferenciación los grados de calidad del empleo permitiendo una valoración
cualitativa. Esto resulta particularmente útil debido a que a similitud de valo-
res numéricos no necesariamente corresponde igualdad de características.
Palabras clave: Calidad del empleo, modelo analítico, características del empleo.
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* El presente documento forma parte del proyecto de investigación “Itinerarios universitarios, equidad
y movilidad ocupacional”, financiado por el CONACYT por medio del fondo SEP/CONACYT para in-
vestigación básica 2010 con número de proyecto 130401, coordinado por el Dr. Adrián Acosta Silva.
** El autor agradece el apoyo del Dr.Jordi Planas Coll y del Dr. Favio Murillo García por sus valiosas
aportaciones para el desarrollo del presente escrito en el marco del proyecto ITUNEQMO.
Recibido: 30-10-2013 . Aceptado:16-12-2013
Quality of Employment.
An Analytic Model for its Assessment
Abstract
In this paper,a multidimensional model is proposed for assessing the qual-
ity of employment. Four analytical dimensions are considered: income, labor
benefits, stability and job satisfaction, identified in the literature as funda-
mental employment components. The model is able to differentiate degrees
of employment quality through a comparative framework that makes the seg-
mentation theory operational. The technical superiority of the model lies in
its ability to differentiate grades of employment quality, permitting a qualita-
tive assessment. This is particularly useful because numerical similarity does
not necessarily correspond to equal characteristics.
Keywords: Quality of employment, analytic model, employment characteristics.
Introducción
Durante los últimos años ha existi-
do un creciente interés por analizar la
calidad del empleo bajo la premisa de
que la fuerza laboral es un pilar funda-
mental para el desarrollo social y eco-
nómico (Cáceres y Zúñiga, 2013; Meri-
no, Somarriba y Negro, 2012; Amaran-
te y Espino, 2009; OIT, 1999). La Orga-
nización Internacional del Trabajo
(OIT) enfatiza en la intervención del
Estado a través de la implementación
de políticas públicas para generar lo
que denomina trabajo decente1(OIT,
1999). Gómez, Román y Rojo (2010)
añaden que el empleo de buena calidad
es crucial para elevar la productividad
porque potencia la inversión en el ca-
pital humano. Esto genera mayores
ingresos, fomenta indirectamente la
inclusión social, fortalece la cohesión
regional y aumenta la calidad de vida
de las personas. Sin embargo, la defi-
nición e interpretación de la calidad
del empleo sigue en el centro de la dis-
cusión académica (Posso, 2010). Prue-
ba de ello son las diferentes aproxima-
ciones para estudiarla y cuantificarla
(Cáceres y Zúñiga, 2013; Merino, So-
marriba y Negro, 2012; Weller y
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Calidad del empleo. Un modelo analítico.../ Iván Alejandro Salas Durazo__________________
1 Entendido no sólo como la creación de puestos de trabajo sino también con un ni-
vel mínimo de calidad tomando en cuenta las condiciones del trabajo, satisfacción
laboral y estabilidad laboral bajo un marco de constante adaptabilidad ante los
cambios económicos, tecnológicos y sociales.
Roethlisberger, 2011; Uribe, Ortiz y
García, 2008; Hualde y Serrano 2005).
Ante la falta de consenso sobre qué se
debería entender por la calidad del em-
pleo2y sus dimensiones, se propone
abordar el tema desde una perspectiva
integradora que no sólo plantee el esce-
nario ideal sino que permita valorar el
grado en el que el empleo se acerca o ale-
ja de este parámetro permitiendo una
interpretación cualitativa. Esto supone
el uso de indicadores diferenciados que
den cuenta sobre la calidad del empleo
desde la perspectiva de los individuos.
Estudios empíricos asocian la cali-
dad del empleo casi de manera exclusi-
va a las remuneraciones bajo el argu-
mento de que son el elemento funda-
mental para el desarrollo de las perso-
nas (Kolev, 2005). Rodríguez-Oreggia
y Silva (2009) señalan que también es
necesario considerar otros factores
asociados al bienestar laboral. Dewan
y Peek (2007) profundizan al explicar
que el concepto de calidad del empleo
está constituido por varios aspectos,
por lo que su abordaje deberá ser mul-
tidimensional. Otros autores lo cuan-
tifican a través de factores como la du-
ración de la jornada laboral, situación
contractual, autonomía laboral, condi-
ciones de seguridad, dinámica laboral
y el entorno socio - laboral (Cáceres y
Zuñiga, 2013; Martínez, 2012; Merino,
Somarriba y Negro, 2012; Weller y
Roethlisberger, 2011; Posso, 2010).
Weller y Roethlisberger (2011: 13) de-
finen la calidad del empleo señalando
que debe al menos cubrir las necesida-
des básicas, elegido en libertad, equi-
tativo, ofrecer protección contra acci-
dentes, enfermedades, vejez y desem-
pleo, permitir participación y capaci-
tación, así como promover estándares
internacionales y derechos fundamen-
tales en el lugar de trabajo.
Si bien esta definición nos marca la
pauta sobre las características que de-
berían tener los empleos, no nos ofrece
pistas claras sobre cómo se puede cuan-
tificar y si es factible pensar que esta
concepción pueda ser masiva y aplica-
ble a todos los sectores productivos y a
todos los empleos. Martínez (2012) y
Amarante y Espino (2009) responden
recurriendo a la teoría de la segmenta-
ción. Enfatizan en que cohabitan dos
sectores: uno de alta y otro de baja pro-
ductividad a los que se asocian diferen-
tes expectativas en cuanto a las carac-
terísticas del empleo. Esto significa que
no es posible que todas las personas
ocupadas cuenten con un empleo de
(buena) calidad, sino que el grado de ca-
lidad estará diferenciado por factores
como el sector laboral, género, edad y
nivel de estudios (Posso, 2010).
Complementariamente, en la lite-
ratura se identifica otra vertiente me-
nos optimista para abordar al empleo
desde su baja calidad recurriendo al
concepto de precariedad. Es entendida
como el conjunto de condiciones labo-
rales insuficientes para propiciar el
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2 Merino, Somarriba y Negro (2012) hacen la reflexión sobre la interpretación ge-
neralizada del concepto de calidad como algo positivo, siendo que implica grados
de cumplimiento de las condiciones planteadas como ideales.

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