Todos los caminos conducen a La Restinga

Si en Mérida nos llevaban al teleférico cuando existía en Margarita el paseo a la Laguna de La Restinga era un clásico en familia, la máxima novedad. Aún recuerdo los canales, el margariteño explicando el Túnel del Amor, el Beso, los manglares acercándose a la lanchita, el trayecto lento para no perturbar a la fauna y disfrutar el recorrido.Todavía es una ricura hacerlo.Está bien organizado, porque hay una asociación de lancheros con los botes identificados con números, salen por orden, la tarifa se indica en el cartel, hay estacionamiento, baño y tienditas. Se paga un monto si es sólo el paseo y otro si van hasta la playa y luego te buscan. Yo sugiero bajarse en la playa, darse un buen baño y comer ostras. Si bien hay otras formas de llegar a la playa de La Restinga, ninguna sustituye a la otra. Son versiones que debemos probar.A brazo limpio. Alfredo Lemoi ne es el creador de Arenas Tropicales, una empresa pequeña y cumplidora que organiza paseos en kayak por la Laguna de La Restinga. Te buscan tempranito o fijan un punto de encuentro, lleva los equipos, el refrigerio y da las instrucciones del recorrido con un mapa perfecto. Es otra dimensión del paseo. Andar en kayaks pequeñitos permite navegar por canales muy estrechos donde a veces debes acostarte para poder pasar. Como van en silencio, la fauna ni se da cuenta que andamos por ahí, así que casi está dispuesta a modelar.Es una navegación lenta, sin afán, pasando por las lagunas Fermines, La Tortuga, el Caño Mata Siete y Las Maras para llegar a Caño Largo, un túnel angosto entre los mangles.Son cerca de tres horas de silencio y lentitud, un compartir cercano con la naturaleza, una emoción de estar ahí sin que lo noten.Algunas aves que podrán ver son los pelícanos, las tijeretas, el chicuaco enmascarado, los playeritos y el carpintero.La gran novedad es el regreso de los flamencos, rosados, esbeltos, preciosos, inmóviles por toda la laguna. Se fueron una temporada, regresaron contentos y todos queremos que sea para siempre. Así que no podemos mortificarlos con persecuciones ni ruidos molestos.Otra novedad en este pa seo es saber que existen cinco especies de mangle. En La Restinga verán cuatro: el rojo, el blanco, el negro y el de botoncillo. Lo rico de andar con Alfredo es que conoce la fauna y la flora, jamás se cansa de compartirla con los kayakistas, es observador agudo y generoso con el conocimiento, como todo buen guía. Es tremendo paseo para acercar a los niños a la naturaleza...

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