Caracas es una ciudad fallida y vulnerable a terremotos y apagones

La instauración histó-rica de modelos foráneos, de otros climas y suelos, que fueron transpuestos en Caracas, hace que la capital venezolana sea muy vulnerable, pues se construyeron edificios altos en sitios indebidos y edificios bajos en zonas equivocadas.Además, nuestras ordenanzas, también importadas, están hechas para promover que los edificios altos y densos estén donde los sismos afectan más, y por eso el terremoto del 67 fue atroz.Así lo afirma Jesús Delga do Villasmil, coordinador del Plan de Reducción de Riesgos Ambientales y Adaptación al Cambio Climático de la Alcaldía Metropolitana, quien en esa condición intervino en el I Congreso de Campus Sustentable, en la Universidad Central de Venezuela, y en la Jornada Internacional de Planificación Participativa para la Resiliencia y la Reducción del Riesgo en el Territorio, en el Centro al Servicio de la Acción Popular, realizado recientemente. Y en esa misma condición, hace un diagnóstico crítico sobre la vulnerabilidad de Caracas.La convivencia de dos mo delos de urbanismo que se superponen el de la ciudad compacta europea de calles en damero y el patrón de la ciudad americana de autopistas es otro problema que pesa sobre Caracas, pues la ciudad presenta grandes acumulaciones de vehículos y edificaciones, lo que nos hace muy vulnerables a eventos como terremotos, explosiones e incendios que son fenómenos que concentran mucha población, indica.Asegura que el sector priva do y la Misión Vivienda siguen densificando a una ciudad que ya no tiene capacidad para abastecer de agua, gas, electricidad a su población original y mucho menos a la que ahora recibe. Hay que tener en cuenta que aunque está dividida en cinco municipios centrales, Caracas incorpora a Los Salias, Guaicaipuro, a todos los municipios de Guarenas-Guatire, los Valles del Tuy y Vargas, lo que la convierte en una gran región metropolitana.La falta de mantenimiento de la infraestructura caraqueña conspira también contra la intención de reducir la vulnerabilidad: Perdimos el embalse de Lagartijo, y el de Cuira no se ha terminado. Pero no basta con recuperar estos embalses; la mitad del agua que se consume se está perdiendo por filtraciones y rotura de tuberías; además, no hay una educación ambiental sistemática para que se deje de limpiar los carros con manguera. Traer el agua a Caracas por bomba cuesta exactamente lo mismo que darle energía a Barquisimeto cada día, eso significa que Caracas es una paciente en terapia...

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