En La Casa del Viento las conservas son plato fuerte

En esta cocina nada se pierde, asegura Diana Garrido, mientras saca del horno un pan de auyama hecho con los cortes que sobraron de la hortaliza que sirvió como guarnición de un plato de cerdo, ingrediente que no falta en el menú de La Casa del Viento. Es el nombre de su comedor y allí ofrece a sus comensales, además de sus menús, una maravillosa vista a los picos merideños y un huerto en el que se cultivan fresas, frambuesas y moras.Es lo que mejor se da, dice Ga rrido, encantada de recibir todos los fines de semana a una clientela que disfruta de los platos que elabora con ingredientes que le ofrecen sus aliados.¿Ejemplos? Las costillas, el lomo y la bondiola de cerdo que le lleva un productor vecino, que alimenta y cuida bien a sus animales; las hortalizas de un agricultor que dejó la hidroponía y se dedicó al cultivo orgánico, y los helados de Emparamados, empresa...

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