Chávez se dice amigo de los pobres pero condena a más pobreza

En los tres últimos años, el ex ministro de Planificación Werner Corrales ha estado al frente de la Alianza por la Venezuela que Queremos Todos, una coalición de seis organizaciones de la sociedad civil que propone siete consensos: lograr la reconciliación y la paz, superar la pobreza, construir una economía productiva que genere empleos dignos, edificar una institucionalidad para la democracia y la autonomía ciudadana, promover un desarrollo en armonía con el ambiente, impulsar una educación relevante y de calidad, y que, finalmente, se supere el rentismo petrolero. Expresa que la búsqueda de consensos es la opción para el desarrollo del país y considera como desfasado en el tiempo el proyecto del presidente Hugo Chávez, que coloca la discusión como un enfrentamiento entre dos modelos económicos contrapuestos. Ya ni siquiera los teóricos del posmarxismo manejan el esquema capitalista y socialista. En la década de los sesenta comenzó a notarse un cambio muy importante en el capitalismo de los países en desarrollo, y quien mejor capta lo que ha ocurrido es Amartya Sen, Premio Nobel de Economía nacido en la India. Sen describe que los países exitosos son aquellos que asumieron el desarrollo con base en la acumulación de capacidades y el disfrute de oportunidades. Agrega que, de acuerdo con esa visión, las naciones con logros asumieron que el desarrollo no sólo es crecimiento económico sino también un impulso al capital humano, económico, social y político. Chávez se dice amigo de los pobres, pero al mismo tiempo condena a más pobreza porque les niega la capacidad de influir en el cambio de instituciones. Su modelo es absolutamente clientelar; supone que, como líder, tiene la inspiración para tomar todas las decisiones que le convienen a toda la población, pero les captura el capital político. A ese modelo le interesa mantener la confrontación y eso sólo es posible si hay pobres, explica. --En el Gobierno se asegura que mundialmente hay pensadores que están en la misma línea que defiende el presidente Chávez. --Esos pensadores son bien poquitos. --El ministro de Planifica ción Jorge Giordani y el propio Presidente citan al filósofo húngaro István Mészáros. --Dentro de lo que se llama neomarximo, Mészáros se encuentra en una cripta y no está en la onda de los neomarxistas de la Universidad de Colorado, que consideran que se tiene que crear capacidades en todo el mundo. El supuesto del pensamiento de Mészáros y del mismo Jorge Giordani, quien...

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