En China, la innovación está bajo llave estatal

BEIJING--Para comprender por qué a China le cuesta tanto producir innovaciones de primera categoría, basta con fijarse en cómo juegan los chinos.En China, hay mesas de ping pong en todos los lugares públi cos y están disponibles para cual quier persona, desde niños a jubilados, lo que ha producido una reserva de talentos que han convertido al país en un innovador y campeón de este deporte. Por contraste, las canchas de baloncesto en China generalmente están bajo llave. La entrada es controlada por el Estado --en este caso las autoridades escolares--, lo que reduce las oportunidades de que los jóvenes mejoren sus habilidades. Esto ha resultado en que los chinos sean jugadores mediocres.Durante décadas, China ha seguido un modelo de innovación dirigido por el Estado, en el que ministros de ciencias y tecnología identifican campos prioritarios, los financian y envían a miles de estudiantes al extranjero a estudiar esas especialidades. En algunos campos, la estrategia ha resultado exitosa, como la exploración espacial, las supercomputadoras y la tecnología militar. Ahora, los líderes del país buscan reproducir ese modelo en decenas de tecnologías distintas, incluyendo biotecnología, energía alternativa y nuevos materiales. Sin embargo, muchos econo mistas y científicos chinos dicen que este enfoque de planificación central se ha quedado corto en el desarrollo de ideas nuevas, y señalan que estos son campos están ampliamente liderados por Occidente. Por eso, están instando a China a ir más allá de su estrategia de ponerse al día.En la innovación, se dan hallazgos inesperados. Se necesitan muchos participantes ya que sólo una de 1.000 ideas podría tener éxito, apunta Bai Chong-en, economista de la Universidad de Tsinghua, en Beijing. Es como el ping-pong, donde hay mucha participación de las comunidades.En anticipación a una reunión de líderes del Partido Comunista en noviembre, China está esbozando un plan de reformas para trazar el rumbo del país en la próxima década. Pero ahora que el crecimiento de China se ha desacelerado a 7,5% este año, frente a 10,4% en 2010, a los economistas dentro y fuera del país les preocupa una caída mucho más precipitada en el futuro. China necesita mejorar, argumentan, para que no dependa tanto de las exportaciones baratas ni de los enormes oligopolios estatales.¿Pero cómo? Justin Yifu Lin, ex econo mista jefe del Banco Mundial, sostiene que debido a que China...

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