Del choque de trenes al programa minimo Venezuela: 4-14 de abril de 2002.

AutorSosa A., Arturo
CargoCrisis politica y social durante, despues de golpe de estado contra el presidente Hugo Chavez

Resumen

Entre el 4 y el 14 de Abril de 2002 la sociedad venezolana ha vivido una sacudida política de dimensiones comparables a un choque de trenes de alta velocidad. Convertir esta sacudida en aprendizaje para el futuro requiere una reflexión colectiva que comienza por intentar la comprensión de lo sucedido y hacer sucesivos análisis para comprender sus implicaciones. Estas líneas se escriben a pocas horas de la re-instalación de Hugo Chávez en la Presidencia de la República, cuarenta y ocho horas después de su derrocamiento, cuando la sociedad venezolana empieza a tomar conciencia de lo sucedido y sacar sus consecuencias.

Palabras Claves: Crisis Política, Democracia, Acuerdo Nacional

Abstract

The political shock that took place in Venezuela between april 4th and the 14th can be compared in its magnitude to that to a high-speed train collision. In order to gain some insight from these events we must, by means of collective reflection, first try to comprehend first what happened and then analyze its implications. These lines are written a few hours after President Chávez' return to power, only forty-eight hours after he is overthrown and when venezuelan society is barely beginning to understand what happened.

Keywords: Political Crisis, Democracy, Political pacts

Résumé

Entre le 4 et le 14 d'avril du 2002, la société vénézuélíenne a vecu une commotion politique de dimensions comparables á un écrasement des trains á haut-vitesse. Transformer cette commotion en apprentissage pour le futur démande une réflexion collective qui commence pour essayer la compréhension de ce qui s'est passé et faire des analyses pour comprendre les implications. Ces lignes sont écrites à peu prés de la ré-installation de Hugo Chávez dans la Présidence de la République, quarante huit heures après leur renversement, quand la société vénézuélienne commence à prendre conscience de cera qui s'est passé etá faire ses propres conséquences.

Mots Clés: Crise Politique, Démocratie, Pacte politique

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Entre el 4 y el 14 de Abril de 2002 la sociedad venezolana ha vivido una sacudida política de dimensiones comparables a un choque de trenes de alta velocidad. Convertir esta sacudida en aprendizaje para el futuro requiere una reflexión colectiva que comienza por intentar la comprensión de lo sucedido y hacer sucesivos análisis para comprender sus implicaciones. Estas líneas se escriben a pocas horas de la re-instalación de Hugo Chávez en la Presidencia de la República, cuarenta y ocho horas después de su derrocamiento, cuando la sociedad venezolana empieza a tomar conciencia de lo sucedido y sacar sus consecuencias.

  1. ¿QUÉ PASÓ?

    El desarrollo del conflicto planteado por un importante grupo de ejecutivos de todos lo niveles con el Gobierno de Hugo Chávez por el nombramiento a finales de febrero de una Junta Directiva de Petróleos de Venezuela (PDVSA) sin respetar la tradición de ascensos de la industria e imponiendo Presidente y directores externos afectos políticamente al Presidente, llegó a un punto muerto por la negativa del Gobierno a negociar alternativas de recomposición de la Junta Directiva, el fracaso de un intento de mediación parlamentaria y la jubilación forzada o destitución de altos ejecutivos. Los ejecutivos de PDVSA radicalizaron el conflicto declarando un paro de la industria petrolera hasta que fuese sustituida toda la directiva de la industria y nombrada otra con criterio meritocrático. Esta fue la oportunidad para que la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) convocara una huelga general anunciada semanas antes para presionar al Gobierno a su reconocimiento como representantes legítimos del sector obrero e iniciar la negociación de la contratación colectiva. El llamado a huelga contó con el inmediato apoyo de la Federación de Cámaras de Comercio y Producción (FEDECAMARAS). Se sumaron a la iniciativa diversas organizaciones de la "sociedad civil" y partidos políticos de la oposición.

    La reacción del Gobierno no se hizo esperar: comenzó el jueves 4 de abril con un mensaje del Vicepresidente Ejecutivo por cadena nacional de radio y TV, resaltando el derecho del Gobierno a nombrar la directiva petrolera e invocando el "principio de autoridad" para imponer su acatamiento. Siguió con la expulsión, directamente por Hugo Chávez, en una forma despectiva y burlona, de siete altos ejecutivos de PDVSA, voceros de sus compañeros, en el programa de radio y TV, "Aló, Presidente, el domingo 7 de abril.

    La huelga comenzó con un paro de 24 horas el martes 9 de Abril cuyo éxito fue relativo pues no paró el transporte, abrieron numerosos comercios y oficinas, la industria petrolera siguió trabajando a mitad de su capacidad. Sin embargo, los intentos del Gobierno de neutralizarlo obligando a las televisoras y estaciones de radio a trasmitir "en cadena" mensajes gubernamentales de unos diez minutos cada media hora con los que se quería presentar una imagen de "normalidad" del país, por tanto, el fracaso del paro, provocó la reacción de los medios de comunicación, de buena parte de la sociedad venezolana y una rapidísima intervención de la Corte Interamericana de Derechos Humanos exigiendo al gobierno el respeto a la libertad de expresión. Ese mismo día, la concentración de apoyo al gobierno, encabezada por el mismo Presidente Chávez, reunió muy pocas personas en fuerte contraste con la de los opositores que convocó un mayor número alrededor de una de las sedes de PDVSA (Chuao).

    Los convocantes de la huelga decidieron prolongar por otras 24 horas el paro general. Este segundo día fue mayor el paro y se produjeron manifestaciones cívicas en varias partes del país, además de escaramuzas en varias instalaciones petroleras por los intentos del gobierno de evitar su paralización, efecto logrado a medias. Se declaró entonces el paro general indefinido hasta la renuncia de la directiva de PDVSA que rápidamente se transformó en el objetivo político de forzar la salida de Hugo Chávez de la Presidencia y la sustitución de su gobierno por uno de transición.

    Para el tercer día se convocó una marcha hasta las sede de PDVSA-Chuao que resultó multitudinaria (se calcula entre 400 y 500 mil personas en la calle de una ciudad de 4 millones de habitantes). Al calor del éxito de la marcha, los cabecillas de la CTV y Fedecámaras consideraron que estaban dadas las condiciones para provocar una mayor confrontación con el Gobierno. Invitaron a continuar la marcha hasta el Palacio de Miraflores, sede de la Presidencia de la República, a unos ocho kilómetros, atravesando la ciudad de este a oeste. Las fuerzas de apoyo al Gobierno, respondieron de inmediato convocando a los "círculos bolivarianos" y todos sus simpatizantes a "defender" el Palacio concentrándose a su alrededor.

    La tensión fue creciendo a medida que se acercaba la multitudinaria marcha al Palacio de Miraflores, rodeado a su vez de varios miles de simpatizantes del Gobierno. Mientras el Presidente Chávez volvía a trasmitir "en cadena" y obligaba a las televisoras privadas a salir del aire disparos provenientes de francotiradores apostados en los edificios cercanos, seguidos de más disparos efectuados por integrantes de los bandos en pugna crearon una situación de confusión y pánico. Se produjeron más de veinte muertos de bala, varios con disparos en la cabeza, y decenas de heridos de ambos bandos. La Policía y la Guardia Nacional actúo con gases lacrimógenos.

    A pesar de la prohibición gubernamental los medios de comunicación siguieron trasmitiendo y grabando lo que sucedía en los alrededores del Palacio desde el que hablaba el Presidente. El país entero quedó estupefacto ante los sucesos, reaccionando con indignación y rechazo ante lo sucedido. Al comienzo de la noche de este 11 de Abril se produce la intervención de la Fuerza Armada argumentando no estar dispuesta a disparar contra el pueblo o integrantes de las fuerzas militares o policiales. El Comandante del Ejército, acompañado de un grupo de Generales y Almirantes, señalando que el Gobierno no fue capaz de evitar la violencia esa tarde y decidido a evitar que aumente el número de víctimas o la situación derive en un incontrolable baño de sangre, presiona la renuncia de los otros miembros del Alto Mando Militar, del Presidente...

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