Cómplices del nacimiento

La casi-mamá ya tiene contracciones cada vez más seguidas. La pañalera se quedó en la casa y el aire huele a alcohol. El casi-papá, pálido, trata de sonreír y se le ocurre insinuar que sería lindísimo tener morochos la próxima vez. El ambiente de la clínica está helado y el médico no ha llegado. Frío, sed, susto, impaciencia. La casi-abuela revela casualmente que, cuando ella nació, su trabajo de parto duró 14 horas. La casi-mamá ya no sabe si llorar o salir corriendo. ¿Y si algo sale mal? Para calmar los ánimos y humanizar las condiciones de llegada del bebé, las facilitadoras de nacimiento -que algunos conocen directamente como doulas- cumplen funciones de contención física y emocional que a la larga no tienen precio. "Doula es una palabra griega que en principio significaba esclava. No es una comadrona ni nada por el estilo, sino la mujer que ayudaba y acompañaba a la embarazada mientras llegaba la partera", explica Isabela Polito, facilitadora de nacimientos del grupo Auroramadre. "No somos comadronas ni personal médico ni dirigimos el parto. Nuestra función es acompañar a la mamá, empoderarla, ayudarla a conectarse al máximo con su cuerpo para facilitar el parto y prestar todo el apoyo físico y emocional que sea necesario para que ese bebé sea recibido en las condiciones más amorosas y cálidas posibles", explica Aura Arelis Pereira, coordinadora, madre de una niña y facilitadora de Buennacer. "Buena parte del trabajo es propiciar la confianza de esa mujer en sus propias capacidades. Que confíen en la sabiduría de su cuerpo para relajarse, para pujar, para amamantar", acota Carolina Vázquez, psicóloga, madre de dos hijos y directora de Aquamater Maternidad Consciente. Beatriz López, fundadora de Embarazarte y también mamá, señala que la base del oficio es atender todas las necesidades de la mujer. "El arsenal de técnicas que una doula puede aplicar cuando las parturientas están muy tensas ante la inminencia del parto es muy amplio. Uno puede usar acupuntura, masajes, visualización, relajación, terapia floral, principios de medicina tradicional china... Todo lo que uno sienta que pueda hacer ese proceso más relajado. También apoyamos a la mamá para que se respeten las condiciones que ella haya elegido para dar a luz si su situación lo permite: si quiere parir en agua o de pie, si prefiere poca luz, si quiere que suene tal música, quiénes van a estar presentes o quién va a cortar el cordón", explica.

Yo te cuido. A medida que acumulan más experiencia acompañando partos, todas las facilitadoras coinciden en que desarrollan más intuición sobre lo que una mujer puede necesitar a partir de su lenguaje...

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