El crepúsculo de la democracia

¿Vivimos en democracia o en alguna otra cosa que todos prefieren no llamar por su nombre? Terrible incógnita que el propio Hugo Chávez se encargó de despejar hace pocos días ante los micrófonos y las cámaras de una de sus habituales cadenas de radio y televisión. En esta ocasión, victorioso, sonriente y feliz como nunca a pesar de su enfermedad, enarboló de nuevo su pequeña edición azul de la Constitución para nada menos que explicar por qué las comunas, que ya han comenzado a levantarse inexorablemente en el horizonte nacional, son, desde todo punto de vista, constitucionales. Para ello, tomándose su tiempo, leyó el artículo 5 del texto constitucional. Se refirió entonces a cómo en la de 1961 se establecía que la soberanía nacional radica en el pueblo, quien la ejerce mediante el sufragio, es decir, mediante una delegación de su legítimo y soberano poder, pero que la actual, si bien reitera que esa soberanía radica efectivamente en el pueblo, advierte que su ejercicio lo hace el pueblo directamente, sin necesidad de intermediarios. Esa tarde, Chávez sencillamente trató de meter su dedo presidencial en la llaga del momento. La manera más directa y demoledora que encontró para definir con claridad la naturaleza del régimen que nació con esa Constitución del año 2000. Y su mejor forma de anunciar un nuevo amanecer, el reordenamiento de la geografía del poder, para por fin hacer realidad la supremacía absoluta del pueblo, cuya máxima expresión, a partir de ahora, son y serán las comunas y los consejos de educación, de producción y de todo lo que pueda asociarse a ellas. Con su debido e implacable corolario: la desaparición de las alcaldías, de las gobernaciones y de todos los cargos a los que tradicionalmente accede el ciudadano de acuerdo con los mecanismos electorales. Vaya, que desde este momento clave de nuestra historia, todo el poder comienza a pasar a esta suerte de soviets criollos, las comunas, en plena y efervescente edificación revolucionaria. Este es el trasfondo teórico de lo que en la práctica resulta ser un golpe de Estado impuesto por una supuesta mayoría. Recuérdese que, en el referéndum del 2 de diciembre de 2007, los electores le negaron a Chávez la opción de sustituir lo que quedaba en Venezuela de democracia burguesa por una radicalmente distinta democracia socialista. Maniobra cuyo sustento son las cinco leyes orgánicas relacionadas con las comunas y con el llamado poder...

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