Cultura: el último zarpazo

La Constitución de 1999 incluyó cuatro artículos sobre derechos culturales. Uno de ellos abría interpretaciones y resoluciones interesantes: La ley establecerá incentivos y estímulos para las personas, instituciones y comunidades que promuevan, apoyen, desarrollen o financien planes, programas y actividades culturales en el país, así como la cultura venezolana en el exterior. La frase incentivos y estímu los obligaba al Estado a unas definiciones; la frase financien planes daba a entender que las sociedades creadoras, las instituciones culturales y las fundaciones privadas son agentes complementarios al Estado. El espíritu de la Constitución era claro: las políticas culturales no son hechura del Gobierno sino de todos los agentes sociales que hacen cultura.La aclaratoria es oportu na porque a la luz de la veloz aprobación que se quiere hacer del proyecto Ley Orgánica de Cultura, la Constitución brilla por su ausencia. Como también brillan todos los foros y mesas de consultas que se hicieron a nivel nacional convocadas por la Comisión de Cultura. ¿Quién lee esas valoraciones? ¿Quién la sopesa? ¿Quién las incorpora? Como convidados de piedra quedan todas las instituciones y personalidades que se tomaron el tiempo de opinar y escribir. Lo hicieron finalmente para que la comparsa fuera de otros, nunca de los interesados o dolientes.En la aprobación de los ar tículos que se desarrolla en la Asamblea han salido bloques completos, como el de las contribuciones especiales, que parecen diseñados en otras instancias. De esta manera, se legisla en Venezuela.Al igual que en la Locti, luego en la Ley de Deportes y ahora en este prospecto nonato de Cultura, aparecen estos fondos misteriosos que nadie sabe quién administra.El Estado que en los artículos preliminares se jacta de financiarlo y proveerlo todo, en la realidad dependerá del sector privado para ampliar su estrategia de voracidad parafiscal.El llamado Fondo Nacional para la Cultura se fija con 1% de las ganancias netas. Una disposición tan confiscatoria como ésta...

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