Debate inquietante

El primer debate presidencial, organizado por la Asociación Nacional de la Prensa, en el que participaron ocho de los nueve candidatos -se restó la candidata Michelle Bachelet-, mostró los inquietantes ribetes a que está llegando la política en el país, ejemplificados en el tipo de metas planteadas por los candidatos en sus intervenciones y en la dudosa calidad de los contenidos que ellos expresaron.Si un telespectador ajeno a la realidad nacional tuviera que describir el país que los candidatos competían por presidir tendría que concluir que se trata de uno en el que virtualmente todo funciona mal, en que los abusos y transgresiones a la convivencia civilizada es la norma, en que las privaciones a que está sometida la población son gigantescas y que en definitiva, lo que correspondería es modificar de manera radical todo el sistema institucional.Los candidatos consideraron que, para establecer contac to con la población, había que competir en el grado de crítica antisistema de sus dichos, pero sin que ofrecieran propuestas coherentes y comprensivas, que plantearan soluciones, más allá de ofertas de promesas facilistas, que involucran gran cantidad de recursos sin sustentar su...

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