Deforestación = inundaciones y sequía

La tala de bosques, promovida por la ganadería, la agricultura y los desarrollos industriales y de viviendas, es una de las razones de la pérdida de calidad de vida del venezolano: menos agua limpia y menos electricidad, además de inundaciones y deslaves calamitosos como los ocurridos desde octubre. Según el Atlas de un ambiente en transformación de América Latina y el Caribe, publicado el 13 de diciembre por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la deforestación Âjunto con la contaminación del agua y el impacto de la minería es uno de los problemas ambientales más graves de Venezuela. El Atlas del Pnuma señala que el ritmo de deforestación del país se ha desacelerado. Entre 1981-1989 la tasa anual era de 1,2%, una de las más altas de América Latina. La situación ha mejorado considerablemente en las últimas décadas. Para el período 1990-2000 bajó a 0,4% anual y luego, en el período de 2000-2005, a 0,3% anual, señala el reporte. José Rafael Lozada, profesor de ecología de la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales de la Universidad de los Andes, observa el problema desde otra perspectiva. Según el informe de 2009 de la FAO Situación de los Bosques en el Mundo, Venezuela ocupa el décimo lugar con mayor tasa de deforestación. El reporte, que se publica ca da 2 años, señala que la tasa de deforestación en Venezuela es de 288.000 hectáreas al año. Eso equivale a la destrucción de casi 40 campos de fútbol cada hora y significa la eliminación de más de 200.000 árboles cada día, indicó Lozada. El Atlas del Pnuma corrobora la gravedad de la situación: la superficie boscosa ha disminuido de 59% en 1990 a 54,1% en 2005. Avanza la frontera agrícola. La primera causa de la tala, expone el experto, es la ganadería y la agricultura. El avance de la frontera agrícola ocurre porque los campesinos agotaron las tierras planas y ahora van a las tierras altas de los parques nacionales, de la sierra de Perijá, de las cordilleras de los Andes y de la Costa, así como al macizo del Turimiquire. Entre las consecuencias están la pérdida de la rica diversidad biológica del país, las amenazas a la integridad física de las personas y sus viviendas y la ineficiencia en el suministro de servicios públicos como el agua y la electricidad. En época de lluvia, si no hay bosque, la mayor parte del agua de precipitación se escurre rápidamente por la superficie y llega a los ríos, generando grandes crecidas. En otras palabras, no hay bosque que amortigüe...

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