Diálogo: ¿coinciden democracia y dictadura?

Un tema de importancia para la democracia como forma de vida es el problema de los conflictos ideológicos y la tolerancia, el cual problema emana actualmente del funcionamiento precario de la sociedad venezolana y se intenta afrontarlo mediante diálogo entre dos sectores políticos con el auspicio del Vaticano y algunos expresidentes, quienes ahora hicieron algunas proposiciones para reorientar las pláticas, aunque se sigue soslayando a la gran mayoría de los venezolanos que no pertenecen a ningún partido, por lo cual siempre fracasarán, puesto que acuerdos de cúpulas difícilmente son compartidos por aquella que sufre los devastadores efectos de la crisis.En efecto, somos venezo lanos, hablamos español, de religión católica, evangélica, judía, musulmana o no creyentes; la sociedad venezolana es un melting pot, crisol, al comienzo de aborígenes, africanos, españoles y todos los que han llegado después: italianos, portugueses, alemanes, árabes, chinos, colombianos, peruanos, etc., amamos nuestro país, leemos nuestros grandes escritores, con una alimentación general que ahora escasea, estamos orgullosos de nuestros auténticos libertadores, los fundadores de la República que conquistaron la soberanía nacional; hay una identidad cultural, aunque persisten diferencias políticas, económicas y sociales en cuanto a las políticas gubernamentales.Conviene preguntarse cuá les son aquellos puntos, elementos comunes, en los cuales podría fraguarse acuerdo: de un lado, un conjunto mayoritario de venezolanos es demócrata, ansiamos la libertad y el respeto de la constitución vigente tantas veces violentada por el gobierno y el Tribunal Supremo de Justicia, organizar la actividad económica según un modelo de economía de mercado, salvaguardar los derechos humanos y cese persecución de opositores, liberar los presos políticos, no utilizar el sistema judicial con fines represivos, no discriminar por razones políticas en la prestación de servicios públicos, profesionalizar la administración pública y deje de ser reducto de activistas políticos, colectivos.Abandonar la estrategia destructora del aparato productivo, de la libre empresa; preferimos vivir en libertad que en esclavitud comunista como en Cuba, Corea del Norte; que haya una organización social donde impere la igualdad de oportunidades y se garantice un ingreso mínimo generalizado, seguro social para una vida digna al jubilarse, salud pública idónea y educación para el desarrollo sin...

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