La dieta del diabético

Parece el acabóse, pero no tiene por qué serlo. "Hay personas que cuando reciben un diagnóstico de diabetes se angustian y se deprimen porque asumen que más nunca van a poder comerse un plato de pasta o una torta, cuando en realidad pueden comer prácticamente de todo si reciben una asesoría nutricional adecuada para aprender a administrarse", dice la nutricionista Luisa Alzuru, integrante de la Clínica de Diabetes del Centro Médico Docente La Trinidad. La experta señala que elaborar una dieta para una persona diabética es un proceso personalizado, que depende de características como la edad, peso talla y sexo del individuo, el tipo de diabetes que tenga, los medicamentos que consuma para controlar la glicemia y si recibe insulina o no. También influyen los patrones de comportamiento de su glucosa en sangre -algunos tienden a la hipoglicemia y otros a la hiperglicemia- y si tiene complicaciones asociadas con la diabetes o con otros problemas. "De lo que se trata es de ofrecerle una nutrición que complemente adecuadamente el manejo médico. Antes se pensaba que la compensación con insulina era la única manera de controlar bien al diabético, pero se ha determinado que un buen abordaje nutricional también es fundamental". Alzuru indica que los lineamientos dietéticos más seguidos suelen ser los propuestos por la Asociación Americana de Diabetes. "Si uno los revisa con atención, la verdad es que es el tipo de nutrición que todos deberíamos poner en práctica aunque no tengamos diabetes".

¿En qué consiste? "En primer lugar, se trata de una dieta que contiene los tres tipos de alimentos: proteínas, grasas y carbohidratos; ninguno se excluye. Lo importante para que el nivel de glucosa en sangre se mantenga en niveles manejables es cuidar las combinaciones, las porciones y el tipo de alimentos que se eligen", señala. "Entre las proteínas, sugerimos las que tienen un alto valor biológico, como pescado, pollo, pavo, clara de huevo y carnes con mínima grasa. Parte de la elaboración de la dieta depende de en qué condiciones está ese diabético: si ya presenta ciertas complicaciones como daño renal, entonces el control de las proteínas es un poco más estricto". Entre las grasas, las más recomendables son las monoinsaturadas, entre las que se cuentan los aceites de oliva y canola, el aguacate, las aceitunas verdes y los frutos secos. "Lo más importante es limitar la ingesta de grasas saturadas, como la mantequilla, la piel del pollo, las frituras, la yema de...

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