Dilema militar: guardar silencio ante los colectivos

El aumento de la visibilidad de los colectivos luego de los sucesos del edificio Manfredir, donde fueron muertos los líderes del Coletivo 5 de marzo en un allanamiento del Cicpc, y la sorpresiva destitución del mayor general Miguel Rodríguez Torres del Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, han creado inquietud en el seno de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Es la percepción que tienen militares retirados y analistas del sector.El gobierno debe aclarar por qué Rodríguez Torres salió del cargo y si hubo presión de fuerzas irregulares. Si se cree verdaderamente en la FANB ¿por qué existen colectivos que no están en la Constitución? Jamás un gobierno legalmente constituido puede ir contra el Estado de Derecho y ceder a cuerpos al margen de la ley; habría que preguntar al pueblo qué opina de estos grupos, dijo el general Raúl Salazar, ex ministro de la Defensa.El oficial retirado recordó al Ejecutivo que solo la institución castrense y los organismos policiales están facultados para la defensa y la seguridad del país, por que ese poder no puede delegarse. Le pareció peligroso permitir que fuerzas ajenas al Estado establezcan organizaciones paralelas, como ocurrió en el caso de Colombia, porque la situación puede irse de las manos.Apuntó hacia un aspecto que el sector militar debe tener claro: La FANB debe cooperar para asumir la defensa de la nación y no de la revolución.En un documento presen tado el miércoles pasado, los Colectivos de Trabajo Revolucionario Movimiento de Resistencia Popular Juan Montoya señalan: Nos parece un total absurdo que se esté pidiendo a los colectivos de trabajo revolucionario su desarme al mismo nivel que se le exige a cualquier banda delictiva. No somos bandas delictivas, somos organizaciones revolucionarias.Dos días más tarde, consulta do sobre la existencia de fuerzas irregulares, el jefe de la delegación del Estado ante el Comité de Tortura de la ONU, José Vicente Rangel Ávalos, aseveró: Sí, puede haber individuos dentro de esos colectivos que están armados, como hay personas de la oposición que están armados.Rocío San Miguel, coordina dora de la ONG Control Ciudadano, cree innegable el profundo malestar que existe en la institución militar ante la desautorización pública que le ha hecho el gobierno de sus funciones. No hay voluntad política para frenar a los colectivos; con los cambios en el Ministerio del Interior de Rodríguez Torres a la almirante Carmen Melén dez, solo se corrió la arruga...

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