Disecados

Un elefante lleva una elegante silla tejida, con parasol, sobre su lomo; está parado en dos patas e intenta sacudir su espalda. Su rostro es de inmenso terror. La trompa apunta el cielo; su boca grita miedo.Volteado hacia atrás, con ojos agigantados, mira el final de su lomo donde un feroz tigre de bengala clava sus garras e intenta alcanzar la lujosa silla.Congelada en el tiempo, la es cena, hecha con animales taxidermizados, narra el momento cuando una manada de tigres atacó la caravana real francesa, en su visita a la India un día del siglo XVIII. El rey sobrevivió y recibió complacido esta escultura que un maestro taxidermista de la época preparó para palacio; representación, tamaño real y en 3D, de un momento sin igual. Eran tiempos previos a la fotografía. La narración oral y el testimonio escrito no parecían ser suficientes para transmitir la dimensión y el susto de ese instante. Aún hoy esta impresionante puesta en escena, este cuento objetual que interrumpe el paso en una estancia en la Gran Galería de la Evolución, del Museo de Historia natural de París, produce emoción y estupor.Con técnica y arte esas esce nas narraban con animales disecados. Era eficaz forma de registrar y contar visualmente, con drama y emoción, aquello que el cronista intentaba comunicar. Era la fotografía 3D de entonces; la crónica visual; la cinematografía de un instante.De ello, surgió en el siglo XIX la técnica del diorama, escenario que muestra un hábitat silvestre, con especímenes montados en pose de acción, en un paisaje simulado con escenografías pintadas y flora artificial. La necesidad de una eficaz didáctica de la naturaleza, en un mundo sin otros medios y con dificultades para viajar, causó el esplendor de los dioramas.Obviamente, eran los tiempos pre-ecológicos. Aún la especie humana no comprendía su dependencia del resto de especies, ni el complejo tinglado que nos hace vulnerables si algo ocurre a ellas. Poco sabíamos de cómo funciona la biota y todavía no elaborábamos conceptos que nos llevan hoy a relacionarnos de forma diferente con la fauna y evitar su cacería para tales fines. Eran tiempos cuando la contaminación, la extensión de fronteras urbanas y el manejo no sustentable de especies, no habían todavía provocado la ru ta de la extinción prematura.Cazar para didáctica del cono cimiento, narrar por medio de escenas o mostrar paisajes de lugares remotos a través de dioramas, no provocó la extinción de la fauna, pero en la actual situación...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR