La economía venezolana en el 2002 y proyecciones para el 2003.

AutorRiutort, Mat

AÑO 2002: EL CRECIMIENTO SE DETIENE. COMIENZA LA CRISIS ECONÓMICA

La economía venezolana vivió en el año 2002 una situación de estancamiento con inflación y envuelta en una severa crisis política. Bajo esas circunstancias se deterioraron el empleo y el poder adquisitivo y se incrementaron los niveles de pobreza (ver Cuadro). Este es el resultado de una política económica no sostenible, iniciada en 1999 y cuyas características más resaltantes son las siguientes:

1) Una política de sobrevaluación de la moneda, utilizada como mecanismo antiinflacionario, que produjo un estancamiento de las exportaciones privadas, un aumento importante de las importaciones y un debilitamiento del aparato industrial interno que ocasionó cierre de empresas, pérdida de puestos de trabajo formales y la consolidación estructural de la informalidad.

2) Una política de gasto público sustentada en buena medida en un creciente endeudamiento interno, el cual ha contribuido al mantenimiento de altas tasas de interés, las cuales han deprimido aún más al sector productivo interno y reducido la capacidad de demanda de los consumidores.

3) Una política de gasto público que ha dado prioridad al crecimiento del gasto público corriente y ha minimizado las inversiones. Esto ha reducido el efecto dinamizador que sobre el sector privado generalmente tienen las inversiones públicas.

4) Una política petrolera basada en el aumento de los precios en desmedro de la producción. Esta política reduce el efecto multiplicador que la actividad petrolera tiene sobre el resto de la economía y tiende a deteriorar el producto, la inversión y el empleo. Hay que recordar que la sola actividad petrolera representa, en forma directa, cerca del 30% del producto interno generado en el país, y en forma indirecta, alrededor de 13%.

Estas políticas junto a la falta de seguridad jurídica, la no credibilidad en las instituciones públicas, y en general la inestabilidad política, así como la incertidumbre en relación a los resultados económicos, han conformado un cuadro que desestimula la actividad privada de inversión.

La política económica ha tenido, entonces, un claro sesgo contractivo que se puso en evidencia y explotó en el 2002.

El PIB real tuvo una caída de 8,9% y la inflación se elevó a 31,2%, medida por el Índice Precios al Consumidor, mientras que los precios al por mayor se incrementaron en más de 50%. Esta es la mayor caída que ha tenido Venezuela en toda su historia económica contemporánea. El PIB retrocedió a los niveles de 1994.

A estos resultados debemos agregar el comportamiento negativo de tres variables claves de la economía: el consumo privado real cayó en 5,9%, la inversión real en 22%, mientras que el...

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