«La LOT es una reforma pensada en el trabajador industrial»

La nueva Ley Orgánica del Trabajo parece tener un mal designio. La bandera electoral del Gobierno, lejos de haber contribuido a apalancar el empleo, parece ir en contra del desarrollo profesional y la creación de nuevos puestos de trabajo, dice la abogada y especialista en Derecho Laboral Maryolga Girán. Afirma tajantemente que decepcionó a los trabajadores y que su destino es el olvido. --¿Garantiza esta ley la creación de nuevos empleos? --Para nada, porque una ley que encarece la mano de obra y aleja la inversión, afecta la competitividad. No hay razón para que se invierta cuando se prohíbe despedir a un mal trabajador y cuando se crean severas sanciones a los empresarios y los accionistas. --¿Con esta reforma puede afirmarse que el trabajador informal está más beneficiado? --En lo absoluto. Esta ley no tiene nada que ver con el trabajo informal. La Ley Orgánica del Trabajo es una reforma pensada en el trabajador industrial y de la manufactura; ni siquiera se pensó en el del sector comercio y de servicios. Tampoco se pensó en el sector agrícola porque no se pueden aplicar regímenes generales a la realidad del campo. Mucho menos a la del servicio doméstico porque las familias no generan tantos ingresos como para pagar los beneficios que se exigen. --Con la reducción de la jornada laboral cómo quedan empresas como las automotrices o de seguridad. ¿Deben contratar un tercer turno? ---En el sector manufacturero van a tener que contratar un tercer, cuarto y hasta un quinto turno. Yo espero que a través de la potestad reglamentaria se flexibilice y se tomen en cuenta las diversas ramas de la actividad laboral porque no se puede generalizar en la jornada. En las aerolíneas, por ejemplo, cómo reglamentas a los pilotos que tienen jornadas de más de ocho horas si viajan a Europa. --¿Qué implicaciones tiene la eliminación de la tercerización? --La tercerización como fraude al trabajador ya estaba contravenida en el caso de que se tratara de la misma actividad principal de la empresa. Si tengo una empresa que fabrica cauchos y contrato la limpieza o el mantenimiento de las computadoras o la contabilidad yo no estoy haciendo fraude a ningún trabajador porque no es la actividad principal. Ahora si contrato una línea para que me haga los cauchos o las sustancias que lleva el producto, que sí es propio de la fabricación, sería fraude al trabajador al no aplicarse el contrato colectivo. Esto no es ningún logro de la actual reforma, pues ya tiene...

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