Escra

En el origen de este horrísono palabro, los etimólogos postulan un vulgarismo del latín, craccare , y una también hipotética onomatopeya, krakk , compartida por los ámbitos románico y germánico. Que el actual escrache derive, vía lunfardo, del genovés scraccâ y el italiano schiacciare , o del francés antiguo crachier , es dilema que habrá que dejar en manos de filólogos nacionalistas: los argentinos abogarán por lo primero, los franceses alardearán de lo segundo. Lo que sí importa notar es que es palabro dual, y que los dos sentidos que reúne ya estaban presentes en la Edad Media: por decirlo pronto y vulgarmente, el de la cara marcada por el escupitajo el cracher francés, y el de la destrucción por aplastamiento o rompedura el castellano escachar . Son los dos sentidos aproximados que el Diccionario de la Real Acade mia reconoce al verbo escrachar . El sustantivo escrache aún no figura en el DRAE , pero con la inestimable ayuda de las Ada Colau, Jorge Verstrynge y otros Sánchez Gordillo, seguro que la próxima edición lo recogerá.Los escraches que ahora mis mo practican los furibundos antipolíticos españoles se inspiran en la modalidad argentina. Piensan las almas cándidas que la finalidad del escrache a la argentina -la denuncia de políticos corruptos o violadores de derechos humanosjustifica la violencia del linchamiento simbólico de los marcados para el escarnio público. No es casual, desde luego, que las almas cándidas sean de izquierda, ese repositorio de la superioridad moral de la humanidad, pero por eso mismo no estaría de más que recordaran cuál es el antecedente histórico más notable del escrache : el marcaje de los judíos por los nazis, primero, seguidos...

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