Una familia requiere Bs 5.900 al día para cubrir la canasta básica

Diariamente en el país tiene más vigencia la frase de que mientras los salarios suben por escaleras la inflación va en ascensor. Cifras tanto oficiales como extraoficiales respaldan las quejas de millones de trabajadores que, pese a que obtienen más liquidez cuando se decretan los aumentos de sueldos, pueden comprar cada vez menos bienes debido a la subida de precios.

El año pasado el presidente Nicolás Maduro en cuatro oportunidades aprobó un incremento del salario mínimo, que en total sumó un alza de 97%. Sin embargo, en ese mismo período el Índice Nacional de Precios al Consumidor se ubicó en 180,9%, según el Banco Central de Venezuela.

La variación en el precio de bienes y servicios es mayor, de acuerdo con la medición que mes a mes hace el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros. El registro del Cendas indica que en 2015 la canasta alimentaria subió 443,2%, mientras que la canasta básica, que estipula los gastos en alquiler de vivienda, vestido y calzado y medicinas, incrementó en 361,5%.

Este año el aumento de los precios se ha exacerbado: para febrero (la última data disponible) la canasta alimentaria tuvo un alza anualizada de 514,2%: pasó de 19.858,07 bolívares a 121.975,47 bolívares, y la canasta básica subió 424,2%: de 33.759,96 bolívares a 176.975,45 bolívares, según el Cendas.

Los informes muestran que en febrero de 2015, cuando el salario mínimo estaba en 5.622,48 bolívares, para cubrir la canasta alimentaria se requerían 3,5 salarios mínimos y para cubrir la básica, 6 salarios. Para febrero de este año, cuando el salario estaba aún en 9.648,154 bolívares, se necesitaban 12,6 para adquirir los bienes de la canasta alimentaria y 18,3 para cubrir los gastos de la básica. Es decir, que una familia de 5 miembros debe tener un ingreso diario, al menos, de 5.900 bolívares para poder costear sus necesidades básicas.

La proyección de Ecoanalítica para este año es que la inflación ascienda a 296% y la caída del poder adquisitivo sea de 31%.

No hay guerra. La economista Sary Levy, profesora universitaria, reiteró que la inflación no se debe a ninguna guerra económica, sino que obedece a dos componentes: uno real y otro monetario.

“El real es porque ha habido una caída en la oferta de productos en comparación con la demanda, y la escasez presiona al alza de los precios: las personas están dispuestas a pagar más para conseguir los pocos artículos que hay. El otro componente es la impresión...

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