Fatah y Hamas intentan sobrevivir con un matrimonio por conveniencia

La inmolación a lo bonzo del tunecino Mohamed Bouazizi en enero inició un terremoto político en el mundo árabe. No se sospechaba entonces que la muerte del vendedor ambulante terminaría por ser un antecedente relevante para los intentos de lograr la unidad del pueblo palestino. Fatah y Hamas, antagonis tas políticos en la lucha por el control de la Autoridad Nacional Palestina firmaron un acuerdo de reconciliación el 4 de mayo. La presión de los ciudadanos palestinos, la exigencia de un Estado y un gobierno unificado, fueron factores internos que llevaron a ambos partidos a dejar sus históricas rencillas para tratar de lograr en septiembre el reconocimiento por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas de la existencia de un Estado palestino. El fracaso de Fatah en avan zar en la paz con Israel y el encierro de Hamas en la Franja de Gaza, con sus acciones de violencia, solo ha traído sufrimiento y ha llevado a que los palestinos exijan mejoras a sus representantes políticos. La caída del régimen de Hos ni Mubarak en Egipto, principal aliado de Mahmoud Abbas, presidente de la ANP y dirigente de Fatah prendió las alarmas en Cisjordania. Hamas, que parecía beneficiarse de esta situación, también ha perdido apoyo cuando su principal socio, el presidente Bashar al Assad, ha enfrentado a la oposición en Siria y a las críticas de la comunidad internacional por la represión que ejerce contra su pueblo. Así, las revueltas políticas en el mundo árabe han terminado por impulsar los esfuerzos de unidad y el tan ansiado reconocimiento internacional del Estado palestino. Sin importar si se quieren o se odian Fatah y Hamas deben demostrar que pueden vivir juntos bajo el mismo techo político, de lo contrario no tienen chance para lograr un Estado que funcione en el futuro, consideró Khaled Elgindy, investigador en temas palestinos del Centro Saban del Instituto Brookings de Massachusets. A su vez, Ferran Izquierdo, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Barcelona, explicó que ambas partes comprendieron que es más fácil que se consiga el reconocimiento de Palestina como Estado si no van como entes divididos. Dificultades. Pero no es fácil el camino por recorrer. El acuerdo firmado en El Cairo es muy amplio, aún queda por nombrar el Gobierno y el acuerdo para las elecciones. Todavía no se sabe cómo se implementará y unificará todo en un solo mando. Para Izquierdo, si bien el conflicto...

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