La franquicia Al Qaeda lucha por no desaparecer

Geronimo EKIA Enemy Killed In Action fueron las palabras que confirmaron que Bin Laden había muerto en acción hace un año. De esta forma, una etapa cru cial en la llamada guerra contra el terrorismo llegaba a su fin. Y no fueron pocos los que asumieron que su muerte sería la estocada final para la red terrorista. Sin embargo, hoy Al Qae da todavía lucha por mantenerse vigente a través de grupos menores Âprincipalmente en África y Asia Central que realmente no reciben financiamiento ni órdenes de la organización original, no comparten los mismos objetivos y utilizan el nombre sólo como una verdadera franquicia terrorista. Aunque sigue siendo un nombre que atrae a individuos y grupos radicales peligrosos, Al Qaeda es débil y sigue debilitándose, dice Benjamin Friedman, analista en terrorismo del Instituto Cato, centro estadounidense de análisis y promoción de políticas liberales. Su falta de estructura organizacional, lo que le ha impedido lanzar un ataque a gran escala, sólo ha empeorado. Es odiada y perseguida en muchos lugares. Hoy Al Qaeda está muy lejos de la organización terrorista que perpetró el ataque contra las Torres Gemelas y el Pentágono, en septiembre de 2001. La ausencia de santuarios desde dónde operar y la falta de financiamiento le imposibilitan seguir causando daño. Bali 2002, Madrid 2004 y Londres 2005 fueron los últimos ataques a gran escala; todos a manos de operativos locales. Y aunque Saajid Badat Âenjuiciado en Londres por intentar derribar un avión usando zapatos con explosivos asegura que tras el 11-S Bin Laden quería un segundo atentado en territorio estadounidense para acabar con la economía del país, aquel jamás pasó de ser un proyecto. A su vez, la sistemática elimi nación de sus jefes y su absoluta marginación de las protestas de la Primavera Árabe hicieron perder a Al Qaeda la poca influencia que tuvo en el mundo islámico. Además, el que hoy la organización esté liderada por el egipcio Ayman al Zawahiri, mano derecha y mentor de Bin Laden, no...

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