Sobre el futuro del Aeropuerto de La Carlota

ILa ciudad es el mejor artefacto inventado por el hombre para relacionarse, convivir organizadamente y en concordia; ella es concebible como una red perfectible de interconexiones entre ciudadanos, una eficiente máquina para comunicarlos física y virtualmente. Plataforma básica de esa máquina y emblema del nivel de integración conciudadana es su entramado urbano, la proporción entre la privacidad y la densidad de lugares, cosas y servicios públicos, o la relevancia de impasses, embolias y segregaciones que rompen el mallado vial refrenando la deseable metamorfosis del próximo en prójimo. La calle es mucho más que un canal de tránsito; es la sinapsis de un sistema relacionante, el traje que hace al monje, la exterioridad que fabrica la interioridad: un trazado urbano hipodámico todo el mundo con derecho a una calle de calidad; cada calle conduce a todas las demás induce más fluidas relaciones, mejor convivencia, más democracia. II El tejido urbano de la Caracas actual atenta contra las relacionalidad de su gente, es ineficaz, ineficiente y antidemocrático, cual red Internet que entorpeciera la intercomunicabilidad por lenta, censurada y bloqueada por actores diversos; lejos de suscitar cofradía, jerarquiza fuertemente a sus ciudadanos predisponiéndolos a discursos y praxis separadores, polarizadores y confrontadores. Pater familias por un lado, multitud promiscual por el otro, en definición del Sínodo de 1687: un dualismo maniqueo de lejanas raíces históricas y socioeconómicas que grosso modo no ha cambiado y que sus calles y edificaciones actuales refrendan y consolidan. Las dos mitades de Caracas son ejemplos in signes de incomunicabilidad endógena y exógena: amplísimas zonas habitadas por los menos favorecidos son inaccesibles al tránsito normal, a ambulancias bomberos, aseo, policías y sistemas conectivos en general; demasiadas urbanizaciones del fondo valle conservaron los linderos de las originarias haciendas agrícolas sin que ningún plan urbanístico las obligase a interconectarse con el vecindario; casi todas sus no man land fronterizas son hoy ocu padas por la marginalidad. El Contry Club sólo dejó en vida tres ineficaces conexiones viales este-oeste sobre 1.800 metros; la avenida Sucre de Los Dos Caminos es un in verosímil hachazo en plena urbe que incomunica totalmente el este del oeste capitalino sobre 1.300 metros; en el mero cuadrante noreste de la capital se han contado 1.100 desconexiones viales; la autopista de Prados del...

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