Gamberros

Es incuestionable, evidente, nadie lo puede negar, que vivimos más tran quilos cuando el endiablado, poseído, frenético y exaltado autócrata, que manda sin gobernar, está más allá de los límites terrestres, del mar territorial y del espacio aéreo.

Hasta los gusarapos y las sanguijuelas de su gobierno, tan avasallante que no deja lugar a la cordura, daban señales de mejoría, entendimiento, corrección, como Tareck el Aissami en su papel de ministro de Relaciones Interiores y Justicia, cuando reconoció que hay una descomposición institucional terrible, sobre todo en los cuerpos policiales o el vicepresidente presidente encargado de boquilla, Elías Jaua, dedicado a tranquilizar a quienes, luego del bramido del titular de Alimentación, Carlos Osorio, expresaban temor por la posible expropiación de Polar y Cargill: En este momento no hay ninguna acción o medida contra esas empresas, aseguró.

La buena nota les sonó a to dos menos a uno, el alcalde Jorge Rodríguez, quien aprovechó la ausencia de su mentor para tratar de borrar su pasado de dirigente estudiantil y de intelectual promotor de grupos y de ideas comprometido con la autonomía univer sitaria en la UCV.

El martes 19 un grupo ofi cialista lanzó bombas lacrimógenas las que usa la policía de Rodríguez en la Sala de Conciertos, donde la comunidad universitaria discutía sobre el estrangulamiento de sus presupuestos; y el...

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