Lo más genuino de Mérida se conoce a pie

Los parajes más genuinos son los menos intervenidos por el hombre y en Venezuela tenemos el privilegio de conservar grandes extensiones de este tipo. La organización Andes Tropicales se ha propuesto que sus viajeros se conecten con la naturaleza, acepten el silencio, olviden la tecnología y se entreguen al placer de caminar durante horas y hospedarse en posaditas sencillas de campesinos: las Mucuposadas. Los campesinos, a su vez, es tán orgullosos de las mejoras que han hecho a sus casitas y son los más fajados vigilantes del medio ambiente, pues la naturaleza es la gran aliada de su prosperidad. Los alojamientos son impecables, sencillos, con habitaciones múltiples Âpor lo general con baños compartidos y rodeados de la vida diaria de los campesinos. Para información precisa y reservaciones, se contacta a Andes Tropicales. Hay travesías de 2, 3, 4, 7 o 10 días. Pero las hay de horas entre una mucuposada y otra, sólo para regresar al placer de caminar. Los precios son muy solidarios. De eso se trata el turismo sustentable. Lo que deseamos para Venezuela. Beneficia a todos, los incluye y protege el medio ambiente. De Los Nevados a El Quinó. Re cuerdo con especial asombro la travesía que hicimos desde el pueblito de Los Nevados Mérida hasta Socopó Barinas. Dormimos en la Mucuposada El Carrizal, una casona hermosa, típicamente andina y arrancamos al día siguiente muy temprano, después de un suculento desayuno. La primera caminata es entre 7 y 9 horas hasta Boca e? Monte, que se puede combinar con trayectos en mula. Desde la salida es puro subir entre páramos hasta acercarse a la imponente visión de las Cinco Águilas Blancas que ya no son tan blancas por culpa del calentamiento global. Cruzamos hacia el otro lado de la montaña y empezamos una travesía por el Filo de la Ratona a 2.700 metros de altura. Insólita la variedad de frailejones. La geografía cambia con la altura. De un pre-páramo entramos a un páramo intenso cuando llegamos hasta el Alto de Mucután, lo más elevado de la ruta: 3.450 msnm. Paramos para comer algo. Llevamos 5 horas. Ahora es pura bajada. No hemos encontrado un solo ser humano. A punto de llegar a Boca e? Monte la vegetación se vuelve tupida, las mulas se enloquecen, galopan... Aquí armamos carpas. Preparan tremenda cena en el fogón bajo un techito de zinc y paja. Al amanecer salimos hacia El Quinó. Serán otras 7 u 8 horas de bajada, un caminito angosto de piedras negras, filosas, resbalosas. Es un sendero que abrieron...

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