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Hospitales sugieren a pacientes vender bienes para comprar un marcapasos

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Vincent

Desde hace tres meses Juana Rojas debe cambiar la batería de su marcapasos. Vive con la angustia de que se paralice por completo. Cada día acude al Hospital Pérez Carreño para saber si llegó el aparato que la mantenga con vida, pero en la última visita vio con sus propios ojos lo que más teme: otra paciente, en la misma condición, murió sentada en la sala de espera.Rojas y su hija presenciaron horas más tarde el instante en que un médico le sugirió a otra paciente vender su casa y el carro de su esposo para pagar el implante. Otra afectada se dirigió a los demás pacientes, antes de salir del Servicio de Cardiología, y les dijo: Yo viviré lo que pueda y haré un testamento con lo poco que me queda. Rojas solo dice que siente miedo porque no tiene 16.000 dólares para importar la pila del marcapasos que regula su ritmo cardíaco.En Venezuela se colocaban en promedio 1.200 implantes al año hasta 2015. En la última Memoria y Cuenta que publicó el Ministerio de Salud, ese año, se informó que en el área de cardiología y hemodinamia se logró la implantación de 576 marcapasos bicamerales y 328 unicamerales, 292 marcapasos alto voltaje.En el Hospital Universitario de Caracas el cardiólogo Mauricio Rondón atiende a 50% de los pacientes del país. En 2016, pese a la crisis, Rondón colocó 481 marcapasos, pero en 2017 su trabajo bajó de manera inédita a solo 280 implantes. Desde octubre no llegaron más equipos.La lista de espera ahora asciende a 420 personas que necesitan ser atendidas solo en ese centro asistencial.Un especialista del Hospital Pérez Carreño aseguró que en diciembre llegaron algunos implantes. No especificó números y desconoce cuándo llegarán más. Mientras, en el Hospital Vargas la lista de espera no pasa de 20 personas porque el centro de referencia de cardiología es el HUC.Cada vez que voy al Hospital Pérez Carreño se me sale el corazón. Hay personas en peor situación que yo, y a una que conozco le dio el infarto en la sala de espera de una consulta; eso me puso más nerviosa. No hay medicamentos, no hay marcapasos. Me cambiaron el medicamento para ver si la arritmia no se aceleraba tanto, pero mi temor es que puedo morir en cualquier momento, cuenta la paciente Rojas.A Rojas le pusieron un marca pasos en 2013, pero la vida útil del aparato...

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