í‰rika Ordosgoitti entrega su cuerpo al arte

No hay nada tan profanador como el desnudo femenino. Cuando la mujer es real, es decir, sin intervenciones médicas ni falsos moralismos de por medio, la presencia de su cuerpo sin ropas, vulnerable ante los ojos del otro, es una declaración estética. La posición artística sustenta la propuesta de Érika Ordosgoitti, que inaugurará su segunda individual, Sólo estoy siendo, mañana a las 7:00 pm, en la galería Oficina # 1 del Centro de Arte Los Galpones. La velada incluirá un performance, pues la artista de 31 años de edad llevará una torta con la forma y una foto de su cuerpo, y repartirá trozos entre los asistentes. También, como parte de la puesta en escena, llevará puesto un vestido al que anexó uñas y mechones de pelo. La muestra está integrada por una fotografía de gran formato de la creadora desnuda en la Plaza de Mayo de Argentina y otros cinco grupos de piezas. Tres son sistemas fotográficos y, los dos restantes, videoinstalaciones. En las imágenes, captadas por Nancy Urosa y Carolina Sanz, Ordosgoitti aparece desnuda, interviniendo los espacios públicos con performances en los que transgrede lo cotidiano con su figura sin ropa como metáfora de la otredad. "Trabajar nuestro propio cuerpo es una vertiente ética del universo interno del artista.

Mi cuerpo es lo único que tengo y que realmente puedo usar", explica la caraqueña, que no se identifica con la pintura, la escultura ni otra disciplina distinta de sí misma, pues siente que los materiales inorgánicos la alienan de la realidad. La vulnerabilidad del cuerpo femenino frente a la degradación del paisaje, la pobreza y la propia condición de mujer parecen ser los temas centrales de sus tres series fotográficas. En la primera, Venus de Caroata, aparece únicamente con unos zapatos rojos y con la cara manchada de negro, mientras observa parte de la quebrada que nace en Catia y llega al río Guaire por El Paraíso. En la segunda, Escalera de caracol de Macarao, se para desnuda en los escalones que ascienden por el sector Los Angelitos.

Sus acciones no sólo denuncian el abandono y la desidia que deforma la ciudad, sino también la falsa moral de las instituciones venezolanas. Cuando se desnudó sobre la estatua del león de la plaza O'Higgins para las fotos que se repartirán mañana en la inauguración, un grupo de oficiales la detuvo durante 3 horas en una patrulla, sin cédula de identidad y sin ropa. La acusaban de faltas contra la moral y las buenas costumbres y le exigían pagar una cantidad...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR