La inmoral amenaza

La desesperación ante la incapacidad en el manejo del hecho económico ha llevado a los agentes gubernamentales a amenazar a las empresas manufactureras venezolanas con importar de China todo lo que se produce en el país, si las industrias no rebajan los precios de sus artículos hasta niveles considerados convenientes para el ejercicio populista de esta parodia de revolución. Aparte del absurdo económico que representa tratar de impedir el libre juego del mercado y de la equivocación mayúscula que es imponer precios de venta al consumidor en atención a consideraciones sociales, la amenaza de destruir a la industria nacional y de ahuyentar las inversiones por la vía de sustituir las producciones nacionales por importadas carece de toda sindéresis. Pero blandir el arma de la ame naza manufacturera china es la peor de todas las aberraciones. El mundo entero, y particularmente las naciones menos desarrolladas que son las que más esfuerzos realizan por mantener sus economías a flote, afrontan en el momento actual la necesidad de establecer derechos aduaneros compensatorios a las importaciones chinas, precisamente porque los precios de dumping que practican los asiáticos son capaces de llevar a la quiebra a las frágiles industrias que con enormes dificultades batallan por permanecer vivas en un mundo que se protege de la crisis constriñendo el consumo. La competencia desleal practicada desde China con el visto bueno de Pekín se ha vuelto un tema socorrido en la Organización Mundial del Comercio...

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