Larga vida a la silla

Anabella Georgi La diseñadora egresada del Instituto de Comunicación Visual Prodiseño pensó una silla, la dibujó, y luego juntó retazos de cuero coloridos y ensambló una pieza con estructura de tablero MDF en la que su hija reposa a diario. "Es una escala reducida de una versión para adultos, que buscaba generar la sensación de estar sentado en un chinchorro", explica. El acercamiento al cuero y el trabajo manual con un troquel que le permitió crear textiles con estampados y tramas gráficas, fueron el punto de partida para diseñar carteras. Al descubrir un potencial lenguaje de diseño, se aventuró con la creación de siete asientos que terminaron entrando en la muestra del Salón Satélite de Milán en 2009, una de las más prestigiosas convocatorias mundiales para diseñadores emergentes. "Me gustan las estructuras simples para mostrar mi trabajo de inventiva textil. Me planteé la poca variedad y escasez de material en el país como un reto para aprovechar los retazos", cuenta quien hoy día también experimenta artesanalmente con madera, metal y piedra. Participó el año pasado por segunda vez en el Salón Satélite, esta vez en asociación con la diseñadora María Antonia Godigna. El resultado fue un par de sillas y una lámpara elaboradas en moriche, el material más usado por la comunidad Warao en Delta Amacuro. "Ellos elaboraron el tejido y nosotras las ensamblamos a mano. Fue interesante adaptar la idea de la hamaca a un asiento", comenta Georgi. Como un encargo para la posada Cacaoní, en Choroní, ambas diseñaron una línea inspirada en la silla de porche elaborada en cabilla. "Estoy explorando en esos tejidos hechos con plástico, mezclándolos incluso con algodón", describe sobre su más reciente inquietud creadora. Boulevard 03 Grace Souky, Julene Recao y Humberto Pappaterra "La silla me genera inquietud como arquitecto. Si lo ves, se trabaja como un edificio: hay que tomar en cuenta las caras, la fachada, la estructura y el detalle", visualiza el arquitecto de la UCV Humberto Pappaterra, uno de los integrantes, junto a la también arquitecta Julene Recao y a la comunicadora Grace Souky, de la compañía de diseño y arquitectura Boulevard 03. Los tres socios, que antes son amigos, suelen viajar de vacaciones a Margarita. En una de sus estadías en la casa de la abuela de Pappaterra, atendieron a un objeto que, por su presencia perenne, pasaba inadvertido. "Era la silla de cabilla que había estado allí desde que era pequeño. De pronto se nos reveló como...

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