Madres pidieron el cese de la represión a la Guardia Nacional

La convocatoria inicial de la oposición en Caracas para el día de ayer era congregarse en la plaza Madariaga, frente a la Comandancia General de la Guardia Nacional Bolivariana en El Paraíso, con el fin de hacer un llamado a los hijos de Venezuela en uniforme a cesar la represión contra sus hermanos. Pero una actividad improvisada del gobierno del Distrito Capital en ese mismo punto llevó a la MUD a cambiar el sitio de concentración al Colegio San José de Tarbes, a tres cuadras lugar.A las 10:15 am salieron en ca minata desde el colegio hasta la puerta de la comandancia y a las 10:30 am llegaron rezando el rosario. Cumplieron su cometido de hablarles a los funcionarios del principal cuerpo represor de las protestas contra el gobierno.Un doble cordón, integrado por 20 funcionarios aproximadamente, con equipo antimotín custodiaba la entrada.Detrás de ellos varios civiles jugaban ping pong y voleibol en medio de un ambiente estridente generado por una música a todo volumen que salía de la plaza y de una voz masculina que arengaba a defender la revolución, el socialismo y la constituyente, y advertía que no iban a permitir que cuatro gatos causaran desorden y destrozos.Ya frente al cordón militar hicieron un minuto de silencio por los caídos. En ese momento sonaba el tema Aquel, de Simón Díaz, que cuenta el dolor del hombre y la naturaleza por la muerte de una mujer.Luego la locutora Caterina Valentino leyó a los soldados la carta titulada: Soldado, escucha a tu madre, que se entregó en las comandancias policiales y militares en varias ciudades del país. En ese instante se oyó el tema de campaña de 2012 Chávez, corazón del pueblo.De manera inesperada, la co ronel L. Seijas P., de la GNB, se abrió paso en el cordón, saludó y escuchó la proclama que al final lanza una bendición para los funcionarios y a la que ella respondió: Amén. Seijas se quedó unos minutos más, hasta que las mujeres cantaron el Himno Nacional. Luego se retiró. Las cacerolas de los vecinos de la zona sonaban fuertemente.Confrontación. Quienes convocaron dieron por terminada la actividad, pero un grupo de manifestantes permaneció en el sitio, gritó consignas, tocó cacerolas y no faltó quien se plantara cara a cara con los funcionarios para reclamarles su actuación, darles argumentos sobre la protesta o hasta para echarles la bendición.Xiomara Díaz, de 65 años de edad, miró a los ojos a un par de soldados y los invitó a preguntarse por qué los altos fun cionarios del gobierno...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR