La malquerida

Si el objetivo de Ángela Merkel en su visita a Atenas era apaciguar a los griegos y rebajar el sentimiento en su contra, fracasó en el empeño. Pues aunque insistió en la necesidad de que Grecia siga en el euro y en que los sacrificios darán fruto, no aportó consuelo ni apoyo. Era la primera visita de Mer kel a Atenas desde 2007, en unas circunstancias diferentes. Esta vez la canciller quería apoyar en Atenas los esfuerzos del primer ministro conservador, Antonis Samarás. Pero hacerlo en medio de un despliegue de 6.000 policías indica la impopularidad de Merkel. El gobierno de Samarás cometió además el error de anular la autorización de dos manifestaciones horas antes de la llegada de la dirigente alemana. Los griegos están exhaustos de apretarse el...

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