Brasil pone de manifiesto los riesgos de privatizar aeropuertos

Una tarde del mes pasado, un grupo de jóvenes católicos hizo una actuación musical en el aeropuerto de Brasilia para darles la bienvenida a otros cristianos que llegaban para presenciar la visita del papa Francisco a Brasil.Para hacerse oír, tuvieron que subir el volumen para tapar el ruido de taladros, serruchos y martillos. El Aeropuerto Internacional Juscelino Kubitschek está experimentando una enorme remodelación, al igual que otros aeropuertos de Brasil, en preparación para la llegada de cientos de miles de visitantes que se prevé que asistirán a una serie de eventos que incluyen el Mundial de fútbol el año próximo y los Juegos Olímpicos en 2016.Pero cada vez más, esta cla se de obras no están a cargo de Infraero, la empresa estatal formada en 1973 para supervisar los aeropuertos del país. El aeropuerto de Brasilia fue uno de los primeros en ser traspasados al sector privado como parte de un programa de privatización de aeropuertos lanzado para acelerar unos US$19.000 millones en inversiones necesarias para hacer frente al crecimiento proyectado de pasajeros.Tenemos plazos muy ambi ciosos, indicó José Antunes Sobrinho, presidente del directorio de Inframérica, una empresa conjunta entre Grupo Engevix, firma brasileña de ingeniería, y el holding argentino Corporación América, que el año pasado presentó la oferta ganadora por el aeropuerto de Brasilia. Haremos en 18 meses lo que demoraría hasta tres años a la velocidad habitual.Las empresas esperan lucrar alquilando puertas de embarque a aerolíneas, espacio en la terminal a minoristas, y terrenos en las zonas aledañas a desarrolladores de edificios de oficinas, hoteles y depósitos. El proyecto de Brasilia, por ejemplo, incluye más de 5.500 metros cuadrados de espacio para tiendas y restaurantes, con un miniestadio de fútbol que operará como restaurante y bar. Inframérica planea alquilar pronto un solar cerca del aeropuerto para su primer hotel conectado al puerto aéreo.La iniciativa de Brasil para comenzar a ceder la propiedad de aeropuertos al sector privado es la novedad más reciente en un debate en el mundo de la aviación que se remonta a 1987, cuando el gobierno de Margaret Thatcher, en el Reino Unido, privatizó la ex Autoridad Aeroportuaria Británica. Desde entonces, se ha discutido si las empresas o los gobiernos han sido mejores gestores de los aeropuertos.Una de las ventajas de las pri vatizaciones es que impulsan los ingresos de los gobiernos y canalizan inversión privada y...

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