Maternidad subrogada

AutorHenry J. Martínez S
CargoUniversidad Central de Venezuela, Abogado
Páginas269-284
Maternidad subrogada
Henry J. MARTÍNEZ S.*
Sumario
Introducción 1. ¿En qué consiste la maternidad subrogada?
2. Tipos de maternidad subrogada 2.1. Maternidad subrogada
parcial 2.2. Maternidad subrogada total2.3. Maternidad subro-
gada altruista2.4. Maternidad subrogada comercial 2.5. Mater-
nidad subrogada fragmentada 3. Regulación legal de la
subrogación a nivel internacional 4. Regulación en Venezuela.
Conclusiones
Introducción
La maternidad ha ido cambiando significativamente con el avance de la huma-
nidad. Anteriormente, este hecho biológico se circunscribía a una mujer que
aportaba un óvulo y disponía de su cuerpo –útero- para alojar el producto de la
concepción, que fecundado con el esperma del hombre daba origen a una nueva
vida, repitiéndose siempre el viejo aforismo romano mater semper certa est
–la madre siempre es cierta–, de lo que deriva la comprobación de la materni-
dad y la consecuente filiación materna –relación por vínculo de sangre–. En
años anteriores era impensable imaginar la posibilidad de que existiera otra
madre distinta a la madre genética o biológica, y que ello hiciera tambalear la
protección jurídica desplegada por el Derecho en relación con la filiación –ver-
dad biológica– y los derechos que de ella derivan, generándose entonces mul-
tiplicidad de conflictos que deben ser resueltos en los órganos jurisdiccionales.
*Universidad Central de Venezuela, Abogado; Especialista en Derecho Penal y en
Derechos Humanos; Profesor de Práctica Jurídica y Seminario.
Revista Venezolana de Legislación y Jurisprudencia • No 10 • 2018
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La necesidad y el deseo del ser humano en relación con reproducirse y tras-
cender se han convertido en un elemento motivador en la difusión y avance
de las técnicas de reproducción asistida. El subsanar o mejorar condiciones de
infertilidad a través de la utilización de estos medios científicos, es una opor-
tunidad ampliamente aceptada por las parejas que presentan estos problemas,
y que sienten que si bien en principio sus deseos de tener un hijo, se veían
frustrados pues la única opción existente era la adopción, hoy se adhieren a
las técnicas de laboratorio con el firme objetivo de materializar sus esperan-
zas en la procreación y ponerle coto a una situación que era imposible por
medios naturales, y que en el caso que nos ocupa se trata de la llamada
«maternidad subrogada», «vientre en alquiler» o «vientre sustituto». Y no
solamente entran en juego los deseos de la madre o de la pareja de tener un
hijo, sino que la maternidad es un derecho tutelado en distintas constituciones
a nivel mundial y, en nuestro caso, en el artículo 76 de la Carta Magna.
La maternidad subrogada, en la cual el producto de la concepción que ha sido
fertilizado mediante técnicas de reproducción asistida –en laboratorio– se
implanta en el útero de una mujer distinta –receptora–, con el f in de gestarlo
y posteriormente darlo a luz, en cierta medida resuelve una situación puntual
ante el deseo de tener hijos, pero no es menos cierto que jurídicamente cam-
bia los paradigmas establecidos en relación con la filiación materna tradicio-
nal y la consecuente f iliación legal posterior, ya que se manifiesta a través de
una mujer que da a luz a un hijo que, dependiendo del caso, será suyo –si ella
presta su óvulo–; de no ser así, puede ser que solamente preste su útero por lo
que biológica o genéticamente ese hijo no es suyo. Son realidades que el
Derecho debe atender y que cada día avanzan a pasos agigantados generando
una serie de conflictos intersubjetivos en relación con la interpretación que se
suele dar a situaciones que, por los derechos involucrados, generan controversias
no solo de tipo jurídico, sino también éticas, morales y religiosas, y que involu-
cran distintos derechos en una misma relación jurídica tal como ocurre
con algu-
nos derechos de la personalidad, como son la dignidad, la del derecho a la
intimidad, la vida, entre otros, además de los derechos del mismo niño a cono-
cer su verdadera identidad tanto legal como genética, todo ello para preservar
su integridad física, psíquica y moral.

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