Montaje

Una imagen poderosa, decisiva y definitoria parece imantar la diégesis del relato de Expediente familiar, de Miguel Szinetar Ediciones Actual, Mérida, 2012: la imagen del espejo. El espejo como objeto en el que no se reflejaría la imagen del pasado en el presente o el presente en el pasado, sino la imagen que como un relámpago une lo sido con el ahora, para formar una constelación. En sentido benjaminiano, la posibilidad de trazar y actualizar la relación entre el acontecimiento y su representación, la experiencia y lo real; en este caso, próxima con una escritura de la ilu minación profana: la narra ción del viaje en la búsqueda de la figura del padre, de origen húngaro, y su muerte voluntaria. En la tradición de la búsqueda paterna de Pedro Páramo, y probablemente vinculable con Vinko Spolovtiva, ¿quién te mató?, de Slavko Zupcic, Expediente familiar narra dos historias: la historia del narrador: el viaje físico que emprende por Hungría, Rumanía, Rusia, y el trabajo hermenéutico: lectura e interpretación de cartas, diarios, documentos, papeles, periódicos, tras la reconstrucción de las huellas del padre y el destello de su suicidio; y la historia de los correlatos históricos europeos, latinoamericanos y venezolanos respectivos. El uso de un fraseo, suave y lustroso como una seda similar a como el narrador califica las corrientes de los ríos en verano, cercano a la dicción poética y del estilo libre indirecto posibilita la fusión narrativa de las dos historias: la experiencia interna, fragmentada, pasiva del narrador y la experiencia acumulativa, totalizable, his tórica de lo real. Esta estrategia...

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