El mundo desde Caracas

William no se podía separar de su ciudad. Como le gustaba tan to bajar a La Guaira, tuvo que elaborar y demostrar la hipótesis de que el litoral es parte de Caracas, para poder sentirse más a gusto frente al mar. Tal vez por eso mismo planteó la utopía de que para el año 2020 el país será una sola ciudad, y así poder recorrer toda Venezuela sin salir de su casa. En varias oportunidades participamos juntos en eventos internacionales y aun por pocos días le costaba salir. Más de una vez perdió el avión, o dejó el equipaje en el taxi y la última vez que tratamos de viajar juntos a Medellín, al llegar al mostrador tenía el pasaporte vencido. Creo que todos eran saboteos inconscientes para no alejarse de su casa. No es difícil imaginar lo que debió haber sufrido cuando tuvo que hacer el equipaje en dos horas y permanecer fuera cuatro meses, para preservar su libertad. A pesar de todos los tro piezos, cuando por fin lograba salir, era el mejor compañero de viaje. La segunda ciudad que más le gustaba era Bogotá, tal vez por ser todo lo opuesto de la suya, una sabana alta y verde, de gente conservadora y edificios ordenados en medio de una cordillera neblinosa. Primero la conoció de la mano de Rogelio Salmona, quien la mostraba comparándola con la nuestra. Con su aparente mal carácter, se quejaba de que Bogotá era un pueblo grande, en cambio, Caracas era una metrópolis pequeña. Últimamente, la caminó toda de la mano de Silvia Arango quien lo recibió como a un hermano durante su exilio. Recorrió todos los edificio de Rogelio, tomando fotografías y haciendo anotaciones; admiró los nuevos parques y la red de bibliotecas construida por la Alcaldía Mayor entre barrios y humedales. Decía que eran como cuatro complejos Teresa Carreño ubicados en los barrios más populares de la ciudad. Además de Bogotá, tuvimos oportunidad de viajar juntos a Medellín, Cali y Cartagena promoviendo la arquitectura Venezolana desde los años noventa. En su último viaje este año, a pesar de estar tan abatido, tuvo tiempo de presentar su proyecto de ciudades cenitales y proponer algo similar para las ciudades de Colombia. Gracias al arquitecto Jorge Pérez Jaramillo y a la Sociedad Colombiana de Arquitectos, que se dieron cuenta que era imposible desperdiciar su talento y energía, trabajó en el diseño de la exposición para la XII Bienal Colombiana de Ar quitectura y en la muestra de Arquitectura en América. Ambas lograron un...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR