Un musical para tiempos de devaluación Los miserables

Cantando bajo la lluvia 1952, La no vicia rebelde 1965, West Side Story 1961, El mago de Oz 1939, Mi bella dama 1964 y Mary Poppins 1964 son los mejores musicales cinematográficos de todos los tiempos, si se hace el ejercicio de compilar los escalafones del Instituto Estadounidense de Cine y portales como Entertainment Weekly, Rotten Tomatoes y About, entre otros.Son invisibles las tres últimas décadas, si apartamos fenómenos esporádicos como Moulin Rouge 2001, Chicago 2002, la serie de televisión Glee y la permanente producción de Bollywood. Lo que parece registrar cierto cambio en las tendencias de un público que se ha abierto hacia la capacidad infinita de creación visual de los efectos digitales, pero no tanto al pacto de irrealidad que propone un género en el que los actores, sin pedir permiso, arrancan a cantar. A contracorriente, y con Russell Crowe como polémico vocalista, se destapa toda la emotividad romántica de Los miserables .Anunciada finalmente en Venezuela para el viernes 26 de abril, la película británica inspirada en la novela de 1862 del francés Víctor Hugo como fuente remota y en el musical teatral de 1980 como inspiración principal llega en consonancia con las primeras planas de recesiones y catástrofes financieras en Europa y otras partes del mundo y con los tiempos devaluatorios nacionales.Dientes cariados, ropas harapientas, estómagos hambrientos e inmundicias explícitas inundan la pantalla de lo que, paradójicamente, es una espectacular superproducción de casi tres horas de duración, ambientada en la Francia posrevolucionaria y pos napoleónica del siglo XIX en pugna por restablecer los ideales de 1789.Con respecto a sus ilustres predeceso ras de otras décadas, entre las que tam...

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