Nunca terminan bien

En una entrevista concedida al periodista Jon Lee Anderson en agosto de 1998, Au gusto Pinochet decía que la historia enseña que las dictaduras nunca terminan bien. En su caso, ese juicio premonitorio se confirmó en la noche del 16 de octubre de 1998, cuando Pinochet fue detenido, en Londres, tres días antes de que esa entrevista fuera publicada en la revista The New Yorker. La reflexión del viejo dictador fue acertada: ¡Los tiranos nunca terminan bien! Así lo atestigua el triste final de Nerón, Calígula, Trujillo, Somoza, Muammar Gaddafi, Sadam Husein y, probablemente, Pol Pot.No acabó bien la vida de Adolfo Hitler, que prefirió suicidarse antes que enfrentar a un tribunal internacional.No terminó plácidamente la aventura fascista de Benito Mussolini, detenido cuando intentaba huir a Suiza, fusilado, y cuyo cadáver fue colgado de los pies en el mismo lugar en el que, un año antes, su régimen había ejecutado a un grupo de partisanos que luchaba por la libertad. Tampoco tuvo un final feliz la dic tadura de Nicolae Ceauescu, víctima de un levantamiento popular, sometido a un juicio sumario en el que se le condenó por genocidio, daños a la economía nacional, enriquecimiento ilícito y utilización de las Fuerzas Armadas para atacar a la población civil; fue fusilado junto a su esposa en la Navidad de 1989.Idi Amín debió huir al exilio, del mismo modo que el ex dictador de Chad, Hissène Habré, aunque este último fue condenado a cadena perpetua por un tribunal de Senegal donde estaba refugiado, como responsable de graves violaciones de derechos humanos. Tampoco tuvo mejor suerte Charles Taylor, ex dictador de Liberia, condenado a 50 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad por un Tribunal Especial para Sierra Leona. Mientras tanto, Omar al-Bashir, actual presidente de Sudán, tiene una orden de detención dictada por la Cor te Penal Internacional.En nuestro continente, Jorge Rafael Videla y otros miembros de la junta militar argentina terminaron en la cárcel. En Panamá, Manuel Antonio Noriega, que había creado...

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