Un oficial ambicioso y sagaz al frente de la política interior

En marzo de 2002 comandante general del Ejército, general de división Efraín Vásquez Velasco, planteó al presidente Hugo Chávez la necesidad de ordenar a la Fiscalía Militar que abriera un expediente penal a un oficial cuyas actividades eran consideradas por el jefe castrense como proselitismo político en el interior de los cuarteles.Se trataba de un teniente co ronel que no ejercía cargos de comando. Su oficina estaba en el Palacio Blanco. Fue uno de los encargados de fundar en 2000 los círculos bolivarianos y gozaba de total aprecio del jefe del Estado. Chávez, desde luego, negó la petición de Vásquez. Miguel Rodríguez Torres podría continuar reclutando en los cuarteles adeptos para el proyecto político que entonces apenas tenía cuatro años en el poder.El oficial, graduado en la Academia Militar en 1984 dentro del arma de Infantería, ya había dado reiteradas muestras de lealtad al Presidente. A él le atribuyen, por ejemplo, haber encabezado la sangrienta toma de la residencia presidencial La Casona en la intentona golpista de febrero de 1992, cuando apenas era un capitán.Desde su época de estudian te en Fuerte Tiuna, Rodríguez Torres ganó fama de ser un hombre metódico, casi obsesivo y muy sagaz. Así lo describió el ex ministro de la Defensa general de división retirado Raúl Salazar.Un compañero de promo ción de Rodríguez Torres, teniente coronel retirado Miguel Sanfiel, señaló que Chávez lo reclutó para la causa golpista desde el cuarto año de la carrera, entre charlas y juegos de beisbol.Cuando estábamos en el cuarto año de la carrera, Chávez era oficial de planta.Él tenía mucho ascendiente sobre nosotros. Se reunía con los alféreces como Rodríguez Torres y los captó. Con él estaban Arias Cárdenas, Urdaneta y Ortiz Contreras, entre otros, recordó.Rodríguez Torres vivía en un apartamento en Lomas de Urdaneta, y los fines de semana visitaba a parte de su familia en Maracay. En aquellos tiempos -indicó Sanfiella única falta que podían atribuirle era volarse de vez en cuanto para presenciar conciertos de salsa en el Poliedro. Era una especie de concesión que él mismo se otorgaba. De resto, se trataba de un alumno sobre el promedio.En la prisión, lectura .Ya con el grado de subteniente, el oficial fue constantemente relegado a puestos alejados de Caracas.Según el coronel retirado Antonio Guevara, lo tenían marcado, pues se sabía de su afinidad con un grupo que para ese momento era catalogado como una logia dentro del Ejército.Al fracasar el...

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