Paúl Ramírez: Sólo quiero seguir vivo y enseñar lo que he aprendido

Paúl Ramírez fue en su momento una de las figuras dentro del balompié venezolano. Estrella en la Sub 20 que dirigió Nelson Carrero en el 2005, este delantero guayanés salió del Caracas a las filas del Udinese de Italia. Pero fue en Italia donde le detectaron irregularidades renales, un mal que fue acabando con la carrera de un brillante delantero centro. Ni siquiera un primer trans plante renal pudo salvar su trayectoria. Ramírez intentó, sin éxito, regresar al fútbol con Maracaibo, Minerven y Tucanes. Pero no tuvo fortuna. Ya en Tucanes comencé a tener problemas. Me dio dengue y fui muy tarde al médico. Luego perdí el transplante y hoy en día tengo que ser sometido a tratamiento de diálisis mientras me hacen un segundo transplante. A Dios gracias mi hermano me donará un riñón y para principios de marzo podría ser intervenido, dijo Ramírez. Lejos de las brillantes mar quesinas que hoy adornan a la escuadra nacional, Ramírez tiene que ir tres veces por semana a cumplir con su tratamiento en Guayana. Su familia le ha ayudado mucho en ese proceso tan agotador. Cuestión de destino. Quienes conocieron a Ramírez aseguran que fue un jugador diferente, alegre y motivado. Lamentablemente las cosas para él no salieron bien. Varias situaciones irregulares en su Guayana natal sumadas a su estado de salud terminaron por dejarle fuera del mundo del fútbol. Ahora el ex delantero libra la batalla más importante de su vida. Tengo que ir a diálisis tres veces a la semana. No es fácil. Pero sólo quiero seguir vivo para que mi familia me vea bien, dijo con franqueza. Del mundo del fútbol recuerda todo...

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