La Pedrera cumple 100 años

La Casa Milà , conocida como La Pedrera, cumplió 100 años desde que Antoni Gaudí terminó de construirla, el 31 de octubre de 1912. El edificio, que nació entre críticas y burlas de los barceloneses, se ha convertido un siglo después en uno de los mayores iconos de la ciudad. La vivienda fue encargada por Pere Milà y su mujer, Roser Segimon, para residir en la nueva arteria del Paseo de Grà cia. Pese a la fama del edificio, son muchas las historias apenas conocidas. Aquí reseñamos algunas de esas historias secretas. Ilegal. El edificio está en el so lar que compraron los Milà en 1905. Al año siguiente se solicitó permiso para comenzar a construir. En 1907, el Ayuntamiento detuvo las obras porque un pilar ocupaba la acera sin respetar el alineamiento de las fachadas, pero Gaudí no hizo caso. En 1909, la Alcaldía reclamó 100.000 pesetas de multa a cambio de no derribar los 4.000 metros cúbicos que, según las ordenanzas, se habían superado. El derribo hubiera supuesto acabar con el desván y la terraza. Al final, las autoridades no cumplieron la sanción teniendo en cuenta el carácter monumental del edificio. Moderna, no modernista. Gau dí construyó un edificio que contaba con todas las ventajas de la vida moderna, como ascensor, agua caliente, gas y garaje subterráneo, que lo convertían en una de las casas más confortables de la ciudad. Normalmente se adscribe al modernismo por ser ese el periodo artístico del momento. Sin embargo, La Pedrera es un edificio inclasificable en el que naturaleza y geometría se unen a la libertad creativa y la imaginación desbordada de su autor. En opinión de Joan Bassegoda y Daniel Giralt Miracle, dos de las autoridades sobre Gaudí, es un edificio cercano al naturalismo organicista. Inacabada. La asociación Amics de Gaudí emprendió una campaña en 2010 para coronar el edificio con una escultura de la Virgen de bronce y cuatro metros de altura. Según la asociación, Gaudí encargó en 1909 al escultor Carles Ma ní que hiciera la maqueta para colocar la obra sobre la puerta de acceso. Por eso en la cornisa escribió: Ave, gratia plena, Dominus tecum. Fundación Catalunya Caixa, propietaria del edificio, dice que el tema no está sobre la mesa. Criticada e imaginada. Pocos edificios han recibido tantas críticas como La Pedrera, mote que hace referencia a su aspecto rocoso. Los humoristas gráficos del momento se cebaron: la pintaron como un garaje de dirigibles o como el fruto de un terremoto. Hubo quien sostuvo que era sólo...

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