Simón, pelo malo

El relato congeló un sofá que ya no recibe a las mismas personas. Era el mueble de un hogar pasado. Eso es lo que hace la ficción: confiscar los sofás. Marta y Junior, madre e hijo en Pelo malo, se acompañaban los silencios sentados allí, donde vivía Elaime Morales, pero ya no vive. Ahora está en casa de su mamá y dice que los que habitan el apartamento 17 del piso 1, bloque 1 de Simón Rodríguez -donde se filmó la películaya no abren las ventanas para que entre la brisa.Tampoco el bloque tiene los colores originales que aún lucía a principios de 2012, cuando Mariana Rondón y su equipo llegaron al kiosco de la mamá de Morales a preguntar por un apartamento para filmar la historia de un niño que quiere alisarse el pelo para una foto escolar. La muchacha necesitaba dinero y aceptó la propuesta, firmó el contrato -no recuerdo cuánto me pagarony recibió durante un mes las historias de otras vidas que llegaron a su casa y después se fueron por la ventana que todavía estaba abierta.Morales no sabía que la pelí cula había ganado un premio internacional. Tampoco vio ninguna escena durante el rodaje; no sabe cómo lucen sus antiguos muebles ni las paredes pintadas de aguamarina envejecido, aunque en los festivales europeos sí conocen la intimidad de ese lugar. Se pregunta si aparecen las escenas que grabó como extra. Ahora resulta que soy famosa por Europa y yo aquí pelando, dice riéndose Morales, que tiene una peluquería canina en los bloques.En la nota de prensa de la película se refieren a esas viviendas multifamiliares como intolerancias verticales, que fueron parte del proyecto de la ciudad utópica de Le Corbusier. Un miércoles en la mañana, bajo los árboles, con un mercado de hortalizas en una esquina, hombres arreglando los carros y mujeres friendo arepas, el lugar no parece recreado por Dante -y tampoco por Le Corbusier. Pero Morales explica que, durante la filmación, fue necesario activar una logística de seguridad que funcionó por voluntad ciudadana, en un acuerdo privado sin auxilio de las instituciones policiales, a pesar del apoyo gubernamental a la producción: cuando la protagonista vivió un episodio desagradable saliendo de la urbanización, Morales y gente de la productora se pusieron de acuerdo con los malandros para pedirles apoyo. Como ellos mandaban, con ellos hubo que negociar. Hasta les dieron unos radios para que avisaran si había algún peligro.Ellos también ayudaron a cargar cosas. Los equipos los dejaban en mi casa y era una...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR