¿Ha perdido Estados Unidos la guerra contra las drogas?

El entonces presidente de Estados Unidos Richard Nixon declaró en 1971 la guerra contra las drogas. La expectativa era que el narcotráfico en el país podría reducirse drásticamente en poco tiempo mediante operaciones policiales. Sin embargo, la lucha continúa. El costo ha sido grande en términos de vidas, dinero y el bienestar de muchos estadounidenses, especialmente los pobres y los de menor nivel educativo. Según la mayoría de los recuentos, los beneficios de la guerra han sido modestos en el mejor de los casos. El costo monetario directo de la guerra contra las drogas para los contribuyentes de EE.UU. incluye gastos en policía, funcionarios judiciales que procesan a los consumidores y traficantes, y guardias y otros recursos invertidos en el encarcelamiento y castigo de los condenados por delitos relacionados. El gasto total actual superaría los US$ 40.000 millones anuales, según las estimaciones. Estos costos no contabilizan otros efectos nocivos de la guerra contra el narcotráfico que son difíciles de cuantificar. En los últimos 40 años, por ejemplo, la fracción de estudiantes que no completó la escuela secundaria en EE.UU. ha seguido siendo amplia: cerca de 25%. Los índices de abandono escolar no son altos entre los adolescentes blancos de clase media, pero sí lo son entre los negros e hispanos que viven en barrios pobres. Muchos factores explican estas tasas de abandono escolar, especialmente malas escuelas y el débil apoyo familiar. Pero otro factor importante en estos vecindarios marginales es la tentación de dejar de estudiar para ganar dinero vendiendo drogas. El total de personas encarce ladas en prisiones estatales y federales de EE.UU. ha crecido de 330.000 en 1980 a 1,6 millones hoy en día. Gran parte del incremento se debe directamente a la guerra contra las drogas y las severas condenas que reciben las personas por narcotráfico o consumo de drogas. Los numerosos pequeños traficantes y consumidores de drogas que cumplen una sentencia en la cárcel tienen menos oportunidades para encontrar empleo legal a su salida y, en cambio, desarrollan mejores aptitudes para las actividades delictivas. Los precios de las drogas ilega les escalan cada vez que muchos traficantes son arrestados y castigados. Los precios más altos que obtienen por las drogas los ayudan a compensar los riesgos de ser capturados. El encarecimiento de las drogas puede desincentivar la demanda, pero también permite que algunos grandes capos se enriquezcan si...

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